El partido ante Japón no solo lo perdimos en la cancha con los desaciertos del técnico, los errores individuales o la falta de actitud, también demostramos que culturalmente estamos en pañales.
Basta dar un vistazo a las redes sociales para darse cuenta que los japoneses nos llevan años luz en cultura y civismo.
Mientras los colombianos son felices ridiculizando a los nipones o mostrando son los ‘más vivos’ por entrar aguardiente ilegalmente a las tribunas, los hinchas japoneses se quedaron limpiando las tribunas después del partido.
Esa la diferencia cultural que nos hace pensar, que nos hace reflexionar cuan incultos somos, cuánta nobleza nos falta.
Japón no solo nos dio una lección de fútbol sino una enseñanza para la vida.
Ellos tal vez no salgan campeones del mundo incluso se pueden quedar en esta primera fase, pero su nivel cultural, su educación y sus modales los hace grandes.
Tal vez algún día seremos como ellos, en 100 o 200 años nuestros herederos se darán cuenta que la educación es el camino de la grandeza.
El partido de Japón me dejó con dolor de patria a todo nivel, esos puntos que se esfumaron y esas imágenes dantescas de algunos aficionados colombianos en Rusia solo producen una sensación desagradable de vergüenza ajena.
Javier Chaves