Perú vive en estos días una polémica alrededor del fútbol femenino, debido a las denuncias de dos jugadoras sobre el técnico del seleccionado nacional, Doriva Bueno, quien fue separado del cargo mientras se realiza una investigación.
Todo se debe a lo ocurrido en los últimos días, sobre la situación de Adriana Lúcar y Myriam Tristán, quienes abandonaron la concentración de las ‘incas’, sin motivos físicos ni nada igual, sino por temas personales y un desentendimiento con el entrenador, de cara a los amistosos con Ecuador en Quito.
Según la versión de Bueno, las dos futbolistas no estuvieron de acuerdo con el número de dorsal que les asignaron para los dos encuentros, y por lo tanto, salieron del grupo de manera repentina, sin embargo, las jugadoras rechazaron esa idea.
Afirmaron Lúcar como Tristán, que ellas se fueron del equipo por un problema personal con el entrenador, que no tenía nada que ver con las camisetas, sino una cuestión que no revelaron, pero fue la razón para enviar la denuncia a la Federación Peruana de Fútbol.
«Nuestra decisión no se debe a una molestia por el número de la camiseta ni la talla de la misma. Somos deportistas que se toman el fútbol de manera profesional y jamás se nos ocurriría adoptar una postura así bajo un argumento de este tipo», dijeron las futbolistas.
Sumado a eso, añadieron que «tiene que ver con temas internos que, por el bien de la selección, no vamos a ventilar en este momento. Respetamos a la selección, a nuestras compañeras y al fútbol femenino en general».
Los próximos días serán de mucha polémica respecto a este caso, del que todos los rumores apuntan a un supuesto hecho de acoso, pero no está confirmado por ninguna de las partes.
