Jimmy Butler, la pieza que necesitaban los Warriors para optar al anillo

- Desde su fichaje, los Warriors han ganado 9 de los últimos 11 partidos
- Se han convertido en un equipo muy equilibrado en ataque y defensa

«We’re gonna win the Championship». Vamos a ganar el campeonato. Esas fueron las palabras de Draymond Green durante el fin de semana del All Star. En el momento, sonaba a provocación, pero ahora los números le colocan, al menos, entre los favoritos. Todo con un movimiento, un fichaje de un jugador que ha cambiado la dinámica de los Golden State Warriors: Jimmy Butler.
Llegó desde Miami para solucionar la situación del equipo de la bahía de San Francisco: estaban peleando por entrar en el play-in y no lograban encontrar consistencia en ataque. Faltaba algo y pensaron en Butler. A cambio tuvieron que dar varias piezas importantes, como Andrew Wiggins, pero sintieron que él, uno de los jugadores más inteligentes de la NBA, podía ser la solución.
Así ha sido. Con él, los Warriors han ganado 9 de los 10 partidos que han jugado (9 de los últimos 11 en total, en uno se ausentó por molestias) y parecen un equipo completamente distinto. Están sextos en el durísimo oeste, saliendo de posiciones de play-in, y, si son capaces de continuar con el nivel mostrado hasta ahora, las aspiraciones del equipo van muchísimo más allá ahora que ha empezado la revolución Jimmy Butler.
La revolución en la mentalidad
«Ha revolucionado las cosas en otros equipos, ahora lo hace en el nuestro», decía Stephen Curry tras la última victoria del equipo, en el Madison Square Garden. Una revolución sobre todo en la mentalidad ganadora del equipo, algo que ha llegado a reconocer Draymond Green: «ahora entramos en los partidos pensando que vamos a ganarlos».
No es novedad que un equipo funcione bien con la llegada de Butler: lo hizo en los 76ers al llegar, en los Timberwolves y, sobre todo, en Miami Heat. Un equipo del que era el líder (solo Bam Adebayo fue All Star en los cinco años y medio que estuvo) y al que llevó a dos finales de conferencia y a una de la NBA.
Sus inicios suelen ser buenos, pero de todas las franquicias ha salido habiendo tenido problemas, incluido de Miami, equipo del que pidió salir esta misma temporada y en el que llegó a no concentrarse en el mismo hotel que sus compañeros. Esta vez, sin embargo, podría ser diferente. Es la primera vez que tiene a jugadores de mayor estándar por delante de él y parece haber asumido un rol algo más secundario detrás de uno de los mejores jugadores de la historia: Stephen Curry. Pat Riley una vez dijo que hay jugadores de estadísticas y jugadores que quieren ganar; Butler, de los segundos, se une a un grupo que ya sabe lo que es hacerlo.
La revolución en el esquema
Las habilidades de Jimmy en ambos lados de la cancha son vitales para ello; si su inicio en la bahía se pudiese definir con una palabra esa seguramente sería eficiencia. En un equipo que abre mucho el juego, con grandes triplistas es la pieza perfecta, especialmente para Stephen Curry. Butler, alero, es capaz de jugar en la pintura, obligando a rotar a la defensa rival y haciendo que lleguen tarde a cubrir a todos los tiradores.
Promedia 5 asistencias por partido y tan solo una pérdida, además de participar en un quinto de las jugadas del equipo. Muchos balones pasan por él en ataque, anotando muchos puntos, pero quedándose en menos de diez en algunos, lo que demuestra que, al igual que Draymond Green, es un jugador que no mira sus estadísticas.
Además, ha mejorado notablemente la defensa de los Warriors. Especialista en este campo durante toda su vida, es capaz de defender en zona, pero también de forzar a los jugadores más habilidosos a tener que realizar tiros difíciles.
La revolución en la rotación
El cambio en mentalidad y esquema ha favorecido al resto de jugadores. No solo a Stephen Curry, que ahora es capaz de tirar más liberado y de encontrar mucho más espacio en las defensas rivales (llegando a anotar 56 puntos la pasada semana), o a Draymond Green, al que ofrece más alternativas de pase, pero a otras piezas más rotacionales que están empezando a despuntar.
A falta de que vuelva uno de los jóvenes más talentosos de la franquicia, Kuminga, otro de ellos ha vuelto a ser importante. El año pasado, el ‘rookie’ Brandin Podziemski despuntó, pero el inicio de esta campaña distaba mucho de lo visto con anterioridad. Sin embargo, desde la llegada de Butler, suma 9 partidos con más de 15 puntos con una buena eficiencia. Se ha consolidado en defensa y en ataque es un triplista, capaz de manejar bien el balón y cortar a canasta, por lo que ofrece alternativas de pase a Green o a Jimmy.
Otra sorpresa ha sido la irrupción del ‘rookie’, drafteado este año en la posición 52, Quinten Post. En el traspaso con Miami, los Warriors dieron cuatro jugadores a cambio de uno, por lo que tuvieron que acudir al mercado para fichar a alguno. Antes, decidieron firmar a tiempo completo a Post, un pívot de 2.13. Sus números han sido excelentes desde entonces, siendo un hombre grande, promedia un 46% de tiros de campo y, lo que es más espectacular, un 42% desde la línea de tres, intentando una media de 4 cada partido.
Ellos, sumados a la eficiencia de Buddy Hield, experto triplista, Moses Moody, un buen 3&D (triplista defensor), o a irrupciones como la de Kevin Knox, ex jugador de los Knicks drafteado en la posición 9, han ayudado a los Warriors, que están 9-2 desde el traspaso de Butler y que, seguramente, se hayan convertido en uno de los candidatos al título de la NBA.