Sin reacción ni rumbo: la crisis se instala en Santa Fe.

Desde la llegada de Jorge Bava al banquillo, el panorama en Santa Fe ha cambiado drásticamente, y no precisamente para bien. “¿Qué pasó con Santa Fe desde que llegó Jorge Bava?” es la incógnita que ronda entre los seguidores del conjunto cardenal, especialmente después de acumular su segunda derrota consecutiva en la Liga BetPlay I-2025. La noche del lunes 14 de abril fue amarga: Independiente Medellín se impuso 1-2 en El Campín y dejó sumido en la incertidumbre al equipo bogotano.
La crisis se adelantó en el calendario. El conjunto albirrojo, que hace poco peleaba los primeros puestos, ahora se ve atrapado en una caída libre: de los últimos 9 puntos en juego, solo consiguió uno. El contraste con su anterior rendimiento no podría ser más evidente.
La actuación ante Medellín fue preocupante desde los primeros compases, pero el descontrol se materializó al minuto 32. Una mala decisión de Ewil Murillo, quien despejó al corazón del área, le dejó servido el balón a Francisco Chaverra, que no perdonó y marcó el 0-1. Fue una estocada dolorosa, más aún considerando la famosa “ley del ex”.
Durante el resto del primer tiempo, Santa Fe vagó sin brújula ni reacción. El descontento crecía en las gradas y la impotencia se reflejaba en el terreno. El único momento de carácter vino de Hugo Rodallega, aunque no fue futbolístico: confrontó al arquero del DIM, Washington Aguerre, aparentemente por gestos dirigidos a la hinchada local.
Lo que vino después profundizó el desánimo. Apenas iniciando el segundo tiempo, al 47’, Alexis Serna amplió la ventaja para el cuadro visitante, dejando a los locales sin margen de error y con los ánimos por el suelo.
Un rayo de esperanza surgió al minuto 56, cuando una infracción en el área fue revisada por el VAR y convertida en penalti. Rodallega asumió la responsabilidad y transformó la pena máxima en el 1-2, desatando una ilusión momentánea en El Campín.
Pero esa ilusión se esfumó rápido. A pesar del empuje de los 12.333 asistentes, el equipo no volvió a generar peligro real. Santa Fe se desdibujó por completo y terminó cediendo una derrota que no solo lo aleja de la cima, sino que lo sumerge en una preocupante crisis futbolística y anímica.