Marjim Soto conquista el oro tras vencer al coma y al cronómetro

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La triatleta boliviana Marjim Soto protagonizó una de las historias más inspiradoras del deporte sudamericano al ganar la medalla de oro en los Juegos del Bicentenario celebrados en Paraguay. A sus 27 años, Soto no solo se impuso en la exigente competencia de triatlón, sino que también venció una batalla personal mucho más dura: recuperarse de un coma que casi la aleja definitivamente del deporte.

El triunfo de Soto ha sido celebrado como un símbolo de resistencia y esperanza. La deportista, originaria de Cochabamba, enfrentó una grave enfermedad que la llevó a estar en coma durante varios días hace poco más de un año. Contra todo pronóstico, logró una recuperación paulatina y, tras meses de rehabilitación, volvió a entrenar con disciplina y determinación, con la mirada puesta en una sola meta: volver a competir y ganar.

“Es un sueño cumplido. A veces uno cree que está todo perdido, pero el cuerpo y el alma son más fuertes de lo que creemos”, expresó emocionada tras cruzar la meta. Su victoria no solo le otorgó la presea dorada, sino que también movilizó a miles de seguidores que vieron en su historia una lección de vida.

El evento, que forma parte del programa de competencias regionales organizadas en el marco de las celebraciones por los 200 años de independencia de Bolivia, contó con la participación de deportistas de toda América del Sur. La prueba de triatlón combinó natación, ciclismo y carrera, desafiando la resistencia de cada atleta bajo condiciones climáticas intensas.

Soto lideró la competencia desde el tramo de ciclismo, mantuvo su ventaja en la pista y finalizó la carrera con un tiempo sobresaliente, que confirmó no solo su capacidad atlética, sino también su tenacidad mental. Su actuación fue aplaudida incluso por rivales, entrenadores y organizadores, quienes reconocieron el carácter excepcional de su regreso a las pistas.

En Bolivia, la victoria ha generado una ola de admiración. Desde el Comité Olímpico Boliviano hasta figuras públicas del deporte han rendido homenaje a su hazaña. El Ministerio de Deportes anunció que la historia de Marjim será incluida en programas de formación deportiva para inspirar a las nuevas generaciones.

La gesta de Marjim Soto es mucho más que una medalla: es un recordatorio poderoso de que el espíritu humano, cuando se combina con pasión y constancia, puede lograr lo imposible.