América perdió los dos duelos de la serie ante Fluminense

América de Cali cerró su participación en la Copa Sudamericana con un golpe difícil de asimilar. El conjunto escarlata quedó eliminado en los octavos de final luego de caer 2-0 en el mítico Maracaná frente a Fluminense, resultado que, sumado a la derrota 1-2 sufrida en Cali en el duelo de ida, dejó un global de 4-1 en contra. Una eliminación contundente que expuso falencias en el equipo dirigido por Gabriel Raimondi y que obliga a replantear los objetivos de cara a lo que resta del semestre.
El cuadro rojo llegó con ilusión al compromiso en Brasil, pero rápidamente se encontró con la superioridad de un rival que supo controlar los tiempos y golpear en los momentos justos. La jerarquía de Fluminense terminó marcando la diferencia en una serie donde América nunca pudo imponer su fútbol. La falta de efectividad en el Pascual Guerrero y la dificultad para sostener el ritmo en condición de visitante fueron factores determinantes en el desenlace.
Pese al esfuerzo de algunos jugadores, la realidad mostró que América aún está un escalón por debajo de los clubes más poderosos del continente. La eliminación en esta instancia deja sensaciones de frustración en la hinchada, que esperaba un poco más del equipo tras una fase de grupos en la que se mostraron destellos de buen fútbol. Ahora, con el sueño internacional apagado, la mirada se centra en la Liga BetPlay, único camino que le queda al club para rescatar el semestre.
Tras la eliminación, la directiva escarlata tomó una decisión clave: Gabriel Raimondi seguirá al mando del equipo en el campeonato colombiano. El entrenador argentino, que asumió con la misión de darle una identidad competitiva al plantel, tendrá la responsabilidad de conducir al América en la Liga y demostrar que puede estar a la altura de la exigencia. Lejos de pensar en un cambio de timón, los dirigentes confían en darle continuidad a su proceso, al menos en lo que resta del segundo semestre del año.
Sin embargo, la decisión viene acompañada de una presión evidente. El América no celebra un título desde hace varios años y la obligación pasa, como mínimo, por conquistar el campeonato del Fútbol Profesional Colombiano (FPC).