Continúa el ranking GOAT franquicia a franquicia
Antes de continuar, es importante definir el criterio de evaluación: no se trata de los mejores jugadores sino de los que más impacto han tenido para el equipo en su historia. Ponemos, en situación, trayectoria, campeonatos ganados, fidelidad y, por supuesto, calidad.
Este comité integrado por una sola persona ha decidido sumergirse en aguas pantanosas para traer definiciones. Seremos inflexibles. Seremos dogmáticos. Y traeremos respuestas.
El puesto 10 del ranking está para el socio estratégico de George Gervin en los Spurs de los años ’70. Sus comienzos fueron en la ABA, donde fue campeón en 1974 con New York Nets, y se lo considera parte de lo que entendemos como jugadores-transición.
Kenon fue dominio puro bajo los tableros. Promedió, en sus cuatro años en San Antonio, 21.9 (1976-77), 20.6 (1977-78), 22.1 (1978-79) y 20.1 (1979–80) puntos por partido. En ese período, además, tuvo 10.2 rebotes de promedio.
Referente previo a los años dorados de la franquicia, fue All-Star en 1978. Decidió cambiar su nombre tras su carrera NBA: ahora es Muhsin Kenon.En la era de los puestos definidos, Bowen fue la estampilla en defensa de Gregg Popovich. Un alero pequeño prolijo, inteligente al extremo, que en ataque fue siempre llave con sus triples desde las esquinas.
Fue, algo así, como una relación de simbiosis perfecta entre un jugador que había nacido en el profesionalismo fuera de la NBA, más precisamente en el básquetbol francés, que tuvo pasos por la CBA y que en la NBA primero pasó por Miami Heat, Boston Celtics y Philadelphia 76ers antes de encontrar su hogar definitivo en San Antonio. Un ejemplo de que nunca es demasiado tarde para intentarlo.
Bowen jugó ocho años en los Spurs y ganó tres campeonatos (2003, 2005 y 2007) siendo un hombre de rol clave para la estructura. Las estadísticas nunca contaron su historia: 8.2 puntos, 3.9 rebotes y 1.5 asistencias no narran su verdadero impacto: Bowen estuvo en ocho equipos defensivos de la temporada de manera consecutiva y ayudó a defender, con su mente y cuerpo, una máxima que fue siempre slogan de los equipos de Popovich: ningún jugador es mejor que todos juntos. Los años más felices de los Spurs llegaron a fines de los noventa y en los primeros tres lustros de este siglo, pero no por eso debemos dejar de lado a estrellas que marcaron el paso en épocas anteriores. El merecido puesto 8 es para James Silas, ícono de San Antonio en la década del ’70.
Silas tuvo una temporada 1975-76, previa a la llegada a la NBA, que fue de ensueño: promedió 23.8 puntos (51.9% en tiros de campo), 4 rebotes, 5.8 asistencias y 1.8 robos por juego. Jugó ocho años en los Spurs y fue seleccionado en el mejor equipo de todos los tiempos de la ABA, donde estuvo cuatro años antes de jugar seis en la NBA.
Snake, como se lo apodó, fue un base picante, de baja estatura (1.82 metros), pero implacable en su juego. Antes de Spurs, defendió la camiseta de Dallas Chaparrals y luego la de Cleveland Cavaliers, pero su verdadera impronta, su etapa dorada, fue a pasos del Álamo. Su camiseta fue retirada por la franquicia en 1984.
