De las barras al fútbol profesional
El jugador y abogado, logró combinar su pasión por el deporte con su
formación profesional.
Hoy es ficha clave de Inter de Palmira, donde comparte camerino con
Johan Arango y Víctor Ibarbo.

La historia de Alejandro Orozco es una muestra de perseverancia, transformación y
amor por el fútbol. Nació en Popayán el 25 de octubre de 1997, y desde muy
pequeño heredó de su padre la pasión por el deporte, especialmente por el
balompié. Su vínculo con el fútbol inició desde las tribunas, cuando se unió a la filial
de los Comandos Azules de Popayán, grupo de seguidores del club Millonarios F.C.,
al que acompañó por todo el país, alentando con fervor los colores del equipo
embajador.
Sin embargo, la vida le tenía preparado un giro inesperado. Cansado de las
confrontaciones propias de las barras bravas, decidió encaminar su energía hacia el
terreno de juego. En 2016 firmó su primer contrato profesional con el Universitario
de Popayán, donde comenzó a forjarse como mediocampista. Dos años más tarde,
en 2018, pasó al Bogotá Fútbol Club, aunque su tiempo en cancha fue limitado.
Esa
situación lo llevó a tomar una difícil decisión: dejar el fútbol profesional y regresar a
su ciudad natal para dedicarse a otra de sus grandes metas, estudiar Derecho.
Durante ese periodo, no se alejó del todo de la pelota. Participó en torneos de
Primera C, manteniendo el ritmo deportivo mientras avanzaba en su carrera
universitaria. Su constancia académica le permitió graduarse como abogado en
junio de 2024, demostrando que la disciplina y la educación son pilares
fundamentales en cualquier proyecto de vida.
En 2023, impulsado por su pasión y confianza, decidió volver al profesionalismo. Se
presentó a pruebas en Patriotas Boyacá, pese a llevar cinco años sin competir a
nivel profesional. Contra todo pronóstico, fue seleccionado y se convirtió en pieza
clave del equipo durante la campaña que logró el ascenso a la primera división.
Su rendimiento lo llevó a vestir la camiseta del Real Cundinamarca y,
posteriormente, del Inter de Palmira, donde actualmente comparte camerino con
reconocidos futbolistas como Johan Arango y el mundialista Víctor Ibarbo.
Hoy, Alejandro Orozco representa una historia inspiradora: la de un joven que supo
transformar su vida, mantener viva su pasión por el fútbol y alcanzar sus metas
profesionales. Porque como él mismo asegura, “los sueños no se abandonan, se
transforman”.
Pie de página: Alejandro Orozco, futbolista.
