Ferrari, en crisis y con una interna tensa
Pasar de la ilusión de luchar por el título a mendigar la posibilidad de conseguir al menos un triunfo en la temporada es un golpe demasiado grande para un gigante como Ferrari. Aquella pomposa presentación de Lewis Hamilton en el frío enero de Maranello quedó en el archivo y surge casi como imágenes en sepia de un sueño que se convirtió en pesadilla. La Rossa llega a la 19ª fecha del año, el GP de Estados Unidos, sin triunfos, tercero en el Mundial de Constructores y en medio de una tensión interna que promete escalar en la medida que no se consiga algún resultado balsámico.Según publicó el medio Corriere della Sera, Hamilton elevó un informe a la cúpula de la Scuderia (el segundo del año) en el que remarcó que hay una mala interacción entre la fábrica y la ejecución en pista. El heptacampeón esperaba tener más influencia en la toma decisiones, según remarca el diario italiano, pero que sus peticiones fueron incumplidas y se topó con las políticas internas para implementar mejoras.El SF-25 nació mal. Después de una temporada 2024 que se cerró con cinco triunfos y el subcampeonato de Constructores (perdió con McLaren por apenas 14 puntos), en Maranello decidieron hacer un auto completamente nuevo, en lugar de una pasada en limpio del SF-24, en el último año del reglamento de efecto suelo. La apuesta salió definitivamente mal, con un coche concebido con errores que le impidieron girar con la altura ideal para lograr la carga aerodinámica ideal en este tipo de autos.
