Estudio advierte sobre los riesgos de los cabezazos en el fútbol: aumentan la posibilidad de daño cerebral
Un reciente estudio británico encendió las alarmas en el mundo del fútbol al confirmar que los jugadores que rematan con frecuencia de cabeza tienen un riesgo significativamente mayor de sufrir deterioro cognitivo y demencia en la edad adulta.
La investigación, encargada por la Asociación Inglesa de Fútbol (FA), evaluó a 468 exfutbolistas profesionales mayores de 45 años y encontró una clara relación entre la cantidad de cabezazos realizados durante su carrera y la aparición de problemas como pérdida de memoria, dificultades de concentración, trastornos del habla y desorientación.
Según los resultados, los jugadores que ejecutaban más de 15 remates de cabeza por partido o entrenamiento mostraron un riesgo tres veces superior de sufrir deterioro cognitivo respecto a quienes lo hacían con menor frecuencia.
Los defensas, los más expuestos
Los investigadores señalaron que los defensores son los más propensos a sufrir daños neurológicos, ya que son quienes más utilizan la cabeza para despejar balones. Resultados similares fueron reportados por un estudio de la Universidad de Glasgow (2019), que analizó las causas de muerte de más de 7.500 exjugadores escoceses y concluyó que tenían tres veces y media más probabilidades de fallecer por enfermedades como Alzheimer o Parkinson.
Asimismo, una investigación sueca con 6.000 futbolistas que compitieron en la primera división entre 1924 y 2019, también halló un mayor riesgo de demencia entre los jugadores profesionales en comparación con la población general.
“Aunque los casos confirmados de demencia diagnosticada por médicos son pocos, las tendencias son consistentes con lo observado en otros estudios”, advierte el informe de la FA, que pide interpretar los resultados con cautela pero no ignorar las evidencias.
Medidas de prevención en distintas ligas
El debate sobre los efectos del cabeceo ha llevado a varios países a imponer restricciones. En Estados Unidos, desde 2015, los futbolistas menores de 10 años tienen prohibido realizar cabezazos, mientras que en Inglaterra y Escocia la norma se aplica a los menores de 12 años.
Escocia ha ido un paso más allá al limitar también la práctica profesional: los jugadores no pueden entrenar con remates de cabeza el día anterior ni posterior a un partido, y en la Premier League solo se permite un máximo de diez cabezazos por semana durante los entrenamientos.
Alemania apuesta por un enfoque diferente
La Federación Alemana de Fútbol (DFB) decidió abordar el problema desde la estructura misma del juego. A partir de la temporada 2024/2025, el fútbol infantil en Alemania se reformará con formatos reducidos (2 contra 2 o 3 contra 3), en campos pequeños y con porterías más bajas.
Según la DFB, este nuevo modelo “elimina prácticamente los cabezazos” y favorece el desarrollo técnico y la seguridad de los niños.
Paralelamente, Alemania lleva adelante un estudio propio sobre la salud cerebral de sus exjugadores, en el que ya participan más de 300 futbolistas retirados. Los resultados se esperan para finales de 2024.
Un reto global para el deporte rey
Aunque los expertos coinciden en que se necesitan más investigaciones para determinar un límite seguro de impactos, el consenso es claro: cuantos más cabezazos, mayor es el riesgo neurológico.
El fútbol, símbolo de pasión y esfuerzo, enfrenta ahora el desafío de proteger la mente de quienes lo practican sin perder su esencia en el campo de juego.
