Mosquera enciende alarmas
El atacante Harold Mosquera encendió las alarmas en Independiente Santa Fe tras salir lesionado durante la derrota frente al Deportes Tolima en El Campín, por la fecha 3 de los cuadrangulares semifinales. El jugador pidió el cambio en los últimos minutos del primer tiempo, evidenciando molestias que preocuparon inmediatamente al cuerpo técnico y a la afición cardenal.
La jugada que desencadenó la lesión no fue particularmente aparatosa, pero dejó claro que algo no estaba bien. Mosquera intentó continuar unos segundos más, pero su gesto de dolor fue suficiente para que el banco reaccionara. Minutos después, abandonó el campo con gesto serio mientras era acompañado por el fisioterapeuta del equipo.
El impacto de su salida fue evidente en el funcionamiento ofensivo de Santa Fe, que perdió velocidad, amplitud y desequilibrio en la última zona del campo. Su ausencia se sintió tanto en la transición como en la generación de opciones, evidenciando el rol determinante que venía cumpliendo en los cuadrangulares.
Al finalizar el compromiso, Mosquera atendió brevemente a los medios en la zona mixta, donde confirmó lo que muchos temían: “Tengo un desgarro”, afirmó, dejando en evidencia que la lesión podría sacarlo de las canchas por varias semanas. Sus palabras cayeron como un balde de agua fría para las aspiraciones del equipo.
Aunque el cuerpo médico aún no ha emitido un parte oficial, las primeras valoraciones internas ya hablan de una incapacidad que podría dejarlo por fuera de lo que resta de la temporada. La resonancia magnética programada para las próximas horas será decisiva para determinar la gravedad del desgarro.
El técnico de Santa Fe también expresó su preocupación tras el encuentro. Señaló que Mosquera venía siendo una pieza clave en su esquema y que su lesión obliga a replantear la estrategia ofensiva en un momento crítico del torneo. El entrenador reconoció que será difícil reemplazar su velocidad y su capacidad para romper líneas.
La afición cardenal, por su parte, reaccionó en redes sociales lamentando la noticia. Muchos destacaron el buen nivel que venía mostrando el jugador y la falta que hará en los partidos definitivos. La incertidumbre sobre su regreso genera preocupación en un Santa Fe que necesita sumar para mantenerse con vida en los cuadrangulares.
El departamento médico del club ha iniciado el protocolo habitual para lesiones musculares de este tipo. En primera instancia se apunta a un proceso de recuperación que podría prolongarse varias semanas, dependiendo del grado del desgarro. La evolución en las primeras 72 horas será clave para definir el camino terapéutico.
En medio de un torneo tan apretado, la baja de Mosquera se convierte en un golpe inesperado para un Santa Fe que venía mostrando un buen rendimiento colectivo. Su ausencia en las próximas fechas obligará al equipo a encontrar soluciones rápidas y eficientes para no perder terreno en la lucha por la final.
Por ahora, la prioridad es su recuperación y que el delantero retorne en óptimas condiciones. Sin embargo, el panorama no es alentador: todo indica que Harold Mosquera no volverá a jugar en lo que queda del semestre, dejando al equipo con un vacío difícil de llenar en momentos decisivos.
