Haz una lista de propósitos laborales para un 2026 de progreso, productividad y grandes aspiraciones
Con el cierre de año se activa entre profesionales y emprendedores el ritual de escribir la lista de propósitos laborales. Sin embargo, muchos de estos objetivos terminan quedándose en el papel, ¿cómo evitarlo?
— La lista de propósitos de año nuevo es un ritual infaltable al llegar el 31 de diciembre. Se hace un balance personal, se proyectan mejoras, se trazan metas y deseos. Pero cuando se habla del trabajo, de cara al 2026, la planificación debe ser mucho más estratégica.
¿Se puede hacer una lista de propósitos laborales? Por supuesto que sí, al final el trabajo ocupa la mayor parte de la vida y permite también materializar muchos deseos. Pero para hacer esta lista, han de trazarse metas que no dependan tanto de la motivación de enero, sino de una estructura clara. Así lo advierte Miriam Diez Piñol, directora del Global Master en Recursos Humanos de EAE Business School, perteneciente a la red de educación superior Planeta Formación y Universidades.
«Una lista de propósitos eficaz no es un listado de buenas intenciones, sino un plan organizado con objetivos específicos, medibles y coherentes con la dirección profesional que cada persona quiere tomar», señala el experto/ta. «La claridad, la medición y la definición de plazos convierten la planificación en un mecanismo real de crecimiento y no en un ejercicio simbólico».
El 2026 será la continuación de una transformación del mercado laboral, y eso va a obligar a mirar hacia las competencias que marcarán la nueva agenda. Una de las más importantes, por supuesto, es la adaptabilidad digital, que seguirá expandiéndose como requisito transversal, impulsada por el avance de la inteligencia artificial y las herramientas de automatización.
«Los profesionales que dominen nuevas tecnologías y puedan integrarlas en sus tareas cotidianas tendrán una ventaja evidente», advierte la profesora de EAE Business School. «Habrá que saber usar las herramientas para decidir mejor y trabajar con más eficiencia, sumado además a las habilidades interpersonales avanzadas como liderazgo empático, la comunicación estratégica, el trabajo en entornos híbridos y la capacidad de interpretar datos aun sin ser especialistas».
El cierre de año también es una oportunidad para identificar áreas de mejora sin caer en la autoexigencia excesiva. Diez Piñol recomienda analizar el desempeño del año de forma objetiva.
«Se puede revisar la retroalimentación recibida, evaluar logros y dificultades, y elegir únicamente dos o tres frentes de trabajo para no dispersar esfuerzos. Conversar con mentores o líderes puede ayudar a contrastar percepciones», señala. «No hay que intentar abarcarlo todo. La clave está en concentrarse en aquello que tiene mayor impacto profesional y puede transformar la trayectoria a largo plazo».
En esa misma línea, mantener el enfoque durante el año, como en todo hábito, dependerá lo sostenible de estos, mas no de los grandes esfuerzos episódicos. Planificar las semanas, formarse continuamente en dosis pequeñas, proteger el tiempo profundo, son todas prácticas que llevan a resultados. Como reconoce la/el experto, la consistencia es más poderosa que la intensidad. Veinte minutos bien usados cada día pueden cambiar por completo el desarrollo de un profesional en un año.
Y no se puede ignorar que muchos habrán de poner en su lista de deseos algunas metas ambiciosas, como obtener un nuevo título, ser ascendido, e iniciar un nuevo gran proyecto. Esas metas trazan un horizonte, permiten orientar decisiones y priorizar esfuerzos, pero hay que cuidarse de no caer en la presión y el agotamiento.
«Es muy importante dividir objetivos en hitos trimestrales, equilibrar ambición con bienestar y permitir que los propósitos evolucionen según el contexto son claves para sostener el ritmo de trabajo», recomienda la directora del Global Master en Recursos Humanos de EAE Business School, Miriam Diez Piñol. «Las metas realmente sostenibles son las que impulsan el crecimiento real sin comprometer la salud física o mental. No siempre el sacrificio es el mejor camino para alcanzarlas».
2026 será un año marcado por la adaptación, las habilidades humanas y la inteligencia digital. Para los empresarios o emprendedores, y todos los trabajadores en general, este mapa de ruta puede ser esencial para diferenciar a quienes avanzan de quienes improvisan, porque permite plantear una visión a largo plazo que los mantengan enfocados y motivados.
