El pulso silencioso que frena a Boca por Hinestroza
Atlético Nacional resiste la presión argentina mientras defiende el valor real de una de sus mayores proyecciones.
La llegada de Marino Hinestroza a Boca Juniors sigue sin oficializarse no por falta de interés deportivo ni por ausencia de voluntad del jugador, sino por una negociación compleja en la que Atlético Nacional ha decidido defender con firmeza su postura económica.
El club argentino presentó una oferta cercana a los cinco millones de dólares, una cifra que, aunque significativa en apariencia, no resulta suficiente para el Verdolaga si se analiza el contexto completo de los derechos económicos y los costos asociados a una transferencia internacional.
Las cifras que traban el acuerdo
Atlético Nacional solo posee el 50 % de los derechos económicos de Hinestroza, situación que reduce de manera considerable el ingreso neto que recibiría el club antioqueño, una vez se descuentan impuestos, comisiones y obligaciones contractuales propias de este tipo de operaciones.
Desde Medellín consideran que aceptar esa propuesta implicaría una subvaloración del futbolista, especialmente teniendo en cuenta su edad, su rendimiento reciente y su potencial de crecimiento en un mercado que cada vez paga más por extremos jóvenes y desequilibrantes.
Boca Juniors, por su parte, busca adquirir el 100 % de los derechos deportivos del jugador por esa suma, una fórmula que Nacional no considera conveniente, ya que perdería cualquier posibilidad de participación en una futura venta de mayor envergadura.
Presión externa y postura institucional
Mientras en Argentina crece la presión mediática y desde el entorno xeneize se insiste en acelerar la operación, en Atlético Nacional recalcan que el club está al día con el futbolista y ha cumplido plenamente con sus compromisos contractuales.
Hinestroza ha manifestado su deseo de dar el salto a Boca Juniors, un factor que Nacional entiende y respeta, aunque sin convertirlo en un argumento suficiente para aceptar condiciones que no se ajusten a los intereses institucionales.
En el club verde saben, además, que existen otros mercados atentos a la situación del jugador, una realidad que fortalece su posición negociadora y evita que la conversación se reduzca a una única alternativa.
El mensaje desde la dirigencia es claro y coherente con su estrategia reciente: Nacional no se opone a la salida de Marino Hinestroza, pero tampoco está dispuesto a ceder ante la urgencia ajena ni a sacrificar valor patrimonial.
Por ahora, la negociación sigue abierta, sin anuncios oficiales ni acuerdos cerrados, mientras Boca presiona, el jugador espera y Atlético Nacional sostiene una convicción que considera clave: vender bien también es competir.
