El fútbol turco, bajo sospecha: apuestas que cruzaron la línea
La investigación destapa apuestas ilegales, posibles amaños, flujos financieros irregulares y una red que compromete jugadores, dirigentes, árbitros y credibilidad del fútbol profesional turco actual.
Las autoridades judiciales de Turquía asestaron un nuevo golpe al fútbol profesional tras confirmar la captura de casi 30 personas presuntamente vinculadas a una compleja red de apuestas amañadas que operaba desde dentro del propio sistema deportivo.
Según informó la Fiscalía de Estambul, entre los detenidos figuran 14 futbolistas activos, exdirigentes de clubes históricos y funcionarios ligados a la estructura federativa, lo que elevó la gravedad del caso y encendió las alarmas institucionales.
Una red que operaba desde adentro
De acuerdo con el expediente judicial, los implicados no solo apostaban en partidos oficiales, sino que en algunos casos lo hacían en contra de sus propios equipos, con el objetivo de influir directamente en los resultados deportivos.
La investigación señala que al menos seis de los sospechosos habrían intervenido en el encuentro entre Kasimpasa y Samsunspor, disputado el 26 de octubre de 2024, alterando su desarrollo mediante apuestas coordinadas.
Las autoridades ejecutaron 29 órdenes de captura en once provincias, con operativos simultáneos que se concentraron principalmente en Estambul, epicentro administrativo y financiero del fútbol turco.
Cuentas bancarias bajo la lupa
Uno de los ejes centrales del proceso judicial se concentra en el análisis de las cuentas bancarias de los implicados, donde se detectaron movimientos financieros atípicos, flujos de dinero irregulares y presuntos intentos de ocultar el origen de los fondos.
La Fiscalía detalló que las transacciones analizadas presentan patrones compatibles con operaciones de apuestas ilegales, incluyendo ingresos y retiros cruzados que no corresponden a la actividad económica declarada por los investigados.
Este nuevo operativo se suma a dos oleadas anteriores que ya habían derivado en la detención de árbitros profesionales y del presidente del Eyüpspor, un club que actualmente compite en la primera división del país.
La Federación Turca de Fútbol, que aseguró querer “limpiar” el deporte, suspendió recientemente a cerca de 150 árbitros y mantiene sanciones vigentes contra decenas de jugadores de distintas categorías por conductas similares.
Mientras el proceso judicial avanza, el escándalo vuelve a poner en entredicho la credibilidad del fútbol turco y evidencia la profundidad de un problema que ya no se limita a casos aislados, sino a una estructura sistemática que amenaza la integridad deportiva.
