Borja y Viveros: cuando el gol más importante se marca en casa
Los gestos de Miguel Ángel Borja y Kevin Viveros en Navidad recordaron que el verdadero éxito también se mide por la capacidad de volver al origen y compartir con quienes sostuvieron el sueño.
Hay acciones que trascienden cualquier estadística deportiva y se convierten en símbolos sociales, como lo demostraron Miguel Ángel Borja y Kevin Viveros al regresar en Navidad a sus pueblos natales para compartir con sus comunidades.
Ambos delanteros decidieron volver a los territorios que los vieron crecer, no solo para reencontrarse con sus familias, sino para llevar regalos, mercados y esperanza a decenas de niños y hogares golpeados por la desigualdad.
En medio de abrazos, sonrisas y agradecimientos sinceros, los habitantes resumieron el sentimiento colectivo con una frase recurrente que reflejó admiración y gratitud profunda: “Son hombres de Dios”.
Borja y el barrio que nunca lo soltó
Miguel Ángel Borja, actual delantero de River Plate y con su nombre rondando el mercado internacional, regresó al barrio Escolar de Tierralta, Córdoba, donde su historia comenzó mucho antes de los estadios llenos.
Durante su recorrido, Borja repartió regalos y protagonizó una escena cargada de simbolismo cuando desafió a un niño a controlar un balón, celebrando su talento con orgullo genuino y cercanía humana.
“Los llevo en mi corazón, siempre me acuerdo de ellos y lucho cada día para que se sientan orgullosos de mí”, expresó el goleador, visiblemente emocionado, al caminar por las calles donde nació su sueño.
El futbolista confesó que volver a Tierralta le erizó la piel, porque ese lugar representa el origen de su disciplina, sus valores y la motivación constante que lo impulsa dentro y fuera de la cancha.
Viveros, el regreso que parecía imposible
La historia de Kevin Viveros también estuvo marcada por la emoción, especialmente porque el año anterior no pudo regresar a Buenaventura debido a la compleja situación de orden público que atravesaba la región.
Hoy, como jugador del Athletico Paranaense de Brasil, Viveros logró volver y caminó por calles destapadas del corregimiento de Dagua, repartiendo regalos y mercados a familias afectadas por lluvias e inundaciones recientes.
“Jamás olvido de dónde vengo, muy feliz de volver a mi tierrita y poder ayudar a mi gente”, escribió el delantero de 25 años, reafirmando su vínculo inquebrantable con su comunidad.
Las redes sociales se llenaron de mensajes de respeto y admiración, destacando que Borja y Viveros, con trayectorias distintas, compartieron una misma convicción: el verdadero triunfo también se celebra compartiendo.
