Arroyo Seco es una ciudad santafesina que está ubicada a 32 kilómetros de Rosario

El campeón regular es el inglés Nick Ball, quien retuvo su corona al vencer por puntos al australiano Sam Goodman.

Ball, que suma 23 victorias y un empate, con 13 nocauts, tuvo que trabajar mucho para imponerse aunque las tarjetas hayan dicho otra cosa: un juez le dio 117-111, otro 118-110 y el tercero con 115-113 fue el más cercano a la realidad según todos los comentarios. Y es que Ball sueña con enfrentar a Naoya Inoue. Tras vencer en Riyadh a Goodman, seguramente el campeón también tendrá elementos para ir estudiando.

Mientras tanto, Cuello no descansa. «Estuve casi tres semanas en Libia esperando la pelea y confieso que se me hizo duro lejos de la familia, aunque estoy acostumbrado a los viajes. Esa vez se me hizo un poco más difícil. Cuando le gané a Cristian Olivo (fue nocaut en el último round) estuve un poco desconcentrado, pero esta vez no fue así, tal vez porque cuando estaba entrenando en Buenos Aires veía a mis hijos el fin de semana y eso me ayudó mucho. En Libia estuve casi todo el tiempo en el hotel, no había tentaciones turísticas», recuerda Mirco.

No se tomó muchas vacaciones tras su breve pelea ante Ríos. «Ya empecé a moverme de nuevo en un solo turno y pronto, a fines de agosto, estaré trabajando en el gimnasio Funes, de Buenos Aires», explica Cuiello.

Confiesa que todo resultó muy rápido en el ring: «Pensé que la pelea iba a ser más difícil pero no fue así. Creo que empezó a definirse en el primero, porque lo tomé muy bien con la derecha, se fue al suelo y a partir de ahí no ofreció ninguna variante. Por eso seguí mi trabajo sin desesperarme, sabiendo que era cuestión de tiempo».