Atlético de Madrid brilla en casa y derrota 3-0 al Sevilla con autoridad
El Atlético de Madrid firmó una noche redonda en el Metropolitano al imponerse por 3-0 al Sevilla, en un encuentro donde la contundencia, el orden táctico y la paciencia fueron las claves del éxito. Bajo la dirección de Diego Pablo Simeone, el conjunto rojiblanco transformó su solidez defensiva y su eficacia ofensiva en una victoria que refuerza la confianza del equipo de cara a la siguiente jornada.
Durante la primera mitad, el Atlético mostró su característico equilibrio. Aunque el control de la posesión fue ligeramente inferior al del rival, los jugadores supieron aprovechar cada recuperación para generar peligro. La primera gran oportunidad llegó de los pies de Antoine Griezmann, quien lideró el ataque con su habitual inteligencia y movilidad entre líneas.
El marcador se abrió en el minuto 64, cuando Julián Álvarez convirtió con serenidad un penalti que él mismo había provocado tras una jugada individual que descolocó a la defensa rival. El argentino fue un constante dolor de cabeza para los zagueros, combinando velocidad y precisión en cada acción. Ese gol marcó el punto de inflexión del encuentro y dio paso a un Atlético más suelto y dominador.
Thiago Almada, que ingresó con el partido en desarrollo, amplió la ventaja en el minuto 77 con un disparo colocado desde el borde del área. Su impacto fue inmediato: aportó frescura, movilidad y un toque de creatividad en el mediocampo, generando espacios que hasta entonces parecían cerrados. El tanto del joven argentino fue una muestra del gran momento de forma que atraviesa.
El cierre de la noche lo firmó Antoine Griezmann, que volvió a ser determinante. En el minuto 90, el francés coronó una jugada colectiva impecable para sellar el 3-0 definitivo. Su gol fue la recompensa al esfuerzo colectivo y al dominio mental que el Atlético mostró en los últimos minutos, controlando el ritmo del partido con madurez y oficio.
Defensivamente, el equipo respondió con su habitual rigor. José María Giménez lideró la zaga con autoridad, acompañado por un Jan Oblak seguro bajo los tres palos, quien mantuvo su arco invicto con dos intervenciones claves. A pesar de tener solo el 45 % de posesión, el Atlético fue letal en ataque: de 13 remates totales, cinco fueron directos al arco, una muestra de su efectividad y claridad frente al gol.
Con esta victoria, los jugadores del Atlético de Madrid y su entrenador, Diego Simeone, ratificaron una vez más la fortaleza del grupo y su capacidad para responder en los momentos decisivos. Sin necesidad de dominar la posesión, el equipo rojiblanco volvió a demostrar que su éxito se construye sobre la solidez, el sacrificio y la precisión, tres valores que siguen marcando la identidad colchonera.
