Caminos, vidas y visiones de 4 prepagos de Colombia

Los caminos que las condujeron a ser prepagos en Colombia son variados, pero estas 4 chicas revelan como logran la satisfacción personal en la vida que eligieron.

Contratar a los servicios de una de las tantas prepagos de Colombia que existen es fácil. Sin embargo, su vida, al igual que la de la mayoría de los seres humanos no lo es. Estas mujeres deben transitar al amparo de la noche por experiencias que no dejan cabida a la imaginación, por más que se le dé rienda suelta.

Se trata de la profesión más antigua y, sin embargo, la más perseguida por la sociedad colombiana y mundial. Las escorts de Colombia son damas de compañía que sienten y hablan acerca de sus verdades, sobre lo que muchas otras callan en medio de la orgía, los tragos y todo lo que concierne al sexo en Colombia en general.

Decidí ser scort en Colombia en la adolescencia 

Dubravska, cuyo nombre real no quiso revelar, es una colombiana de padres rusos que se destaca como una de las más bonitas chicas prepagos, y no dudó en contar con detalles lo que se siente al abordar a este trabajo.

Tal y como ella misma expresó durante la entrevista que nos concedió, se decidió a adoptar a esta figura de dama de compañía debido a su experiencia en sus años de colegio, concretamente, mientras cursaba la secundaria.

 “Mis padres hicieron lo mejor que pudieron para darme la mejor educación. Aún recuerdo como si fuese ayer el patio del colegio: yo tenía tan solo 15 abriles en ese momento”, comentó. 

Recordó que estando en la adolescencia “un compañero a la hora del recreo en el colegio me pidió tener sexo, a manera de broma. Yo simplemente sonreí nerviosa y me negué. Sin embargo, abrió la boca y dijo estas palabras mágicas: te pago 30 mil pesos por hacerlo”.

“Lo cierto es que, desde ese día, la curiosidad comenzó a apoderarse de mí y a dominarme. Me fui al baño de hombres con él. Oficialmente, fue la primera vez que me convertí en lo que hoy soy. Y claro que  me pagó”, destacó entre risas.  

La anécdota no terminó del todo bien, según lo que ella contó, pues “el coordinador de disciplina irrumpió en el lugar arruinando el episodio. De inmediato, fui expulsada y tuve que buscar a otra institución educativa”. 

Para cerrar, indicó que la escena no salió de su cabeza, la estudió en detalle y aprendió poco a poco cómo es la vida de las chicas prepago de Colombia y todo lo que esta les permite alcanzar. 

Julia busca el amor siendo escort de Colombia

Julia, también de nombre ficticio, ofreció detalles de su origen como dama de compañía y scort en Colombia. En esta ocasión, la mujer contó como desde hace más diez años vive de su trabajo siendo una de las más famosas y bellas de las exclusivas prepagos de Colombia que se pueden contratar vía Internet. 

Gracias por la oportunidad de hacer sonar mi voz y de expresarme acerca de mi vida como una de las más requeridas prepagos en Colombia. Tengo 22 años de edad y, desde hace mucho tiempo llevo tatuado en la piel el calificativo de scort”, señaló Julia. 

“Mi primo se robó mi primera vez. Al principio yo me resistía, pero con el tiempo me gustó”, destacó de manera desentendida la joven. 

“Poco a poco, terminé por sucumbir a su gran belleza que me visitaba a diario. Acabé por convertirme en lo que soy y hoy, no dejo de recordar cómo fueron aquellos días y a todas y cada una de las experiencias que me hicieron lo que represento en la actualidad: una de las damas de compañía más requeridas de esta Nación”, resaltó. 

Julia comentó que ya de grande trató incansablemente de descubrir el amor más allá de lo fraternal, aunque, según agregó, siempre se consigue de frente con ese brillo en los ojos de los hombres embelesados por su gran físico. Sin embargo, no puede decir que la hayan irrespetado: “todos mis clientes suelen comportarse como unos verdaderos caballeros conmigo”.

Para ella, su cuerpo exótico y profesión crea un velo cegador impermeable. “Crecí, me desarrollé, pero, mi cerebro todavía no conoce el significado de la palabra Amor. No obstante, me siento feliz, plena y dichosa de conocer a tanta gente que me aprecia”, destacó. 

Angelina: todas somos libres

Soy una de las más famosas y demandadas escorts de toda Colombia. En muchas ocasiones me han preguntado si me gusta ser lo que soy, a lo que siempre he respondido sin eufemismos y sin rodeos, que se trata de una profesión que me agrada y complace mucho”, fueron las primeras palabras de Angelina durante la entrevista. 

Para ella, a estas alturas, la palabrita escort ha perdido su trasfondo peyorativo. Incluso, la encuentra hermosa. En verdad, no me ofende en lo absoluto. Según como yo lo veo, ser una chica que trabaja como prepago en Colombia es ser una mujer libre para tomar sus propias decisiones”, comentó con seguridad Angelina. 

Para ella, en la sociedad actual, el concepto de libertad es cada vez mayor, es decir, ellas son libres de decidir qué hacer con su cuerpo y de escoger con quién compartirlo. 

Fue enfática al destacar lo siguiente: “si bien hay hombres a quienes les excita vernos subyugadas por un fajo de billetes, la mayoría de los clientes son sumamente respetuosos con mi trabajo. El hecho es que, si eres bonita y no eres una mujer que venda su cuerpo por dinero, no podrán acceder a tus encantos a menos de que te obliguen”, agregó.

Para finalizar, dijo estas palabras: “voy por la vida tratando de enseñar e instruir, dejando que mis labios inferiores hablen por mí. He pasado largas noches entre sábanas de narcotraficantes, de políticos y personalidades de la farándula, pero, también de simples obreros de la construcción quienes invierten su paga en una noche inolvidable con la mejor escort en Colombia”.

Los pacientes de Elizabeth

“Me encanta llamar ‘pacientes’ a mis clientes. Sé que mi cercanía los hace enloquecer, mientras, a la par, los voy acariciando y consintiendo con mis manos y con mi cuerpo enceguecedor”, de esa manera se presenta Elizabeth, una morena de 1.90 metros de altura.

“Hago mucho Pilates, lo que me da una flexibilidad envidiable. Conozco perfectamente lo que los hombres quienes contratan mis servicios desean en lo más hondo. Yo ‘hago’, no ‘hablo’. Es este es mi verbo favorito”, enfatizó.

“Erotismo, noche, desenfreno, pero, también humanidad y candor. Eso es ser una de las verdaderas prepagos de Colombia, algo que yo decidí sin temor al qué dirán. Como todos los seres humanos, también tengo metas, sueños por alcanzar; me alimento y me ejercito como cualquier mortal”, concluyó.

Contactar escorts online

Hoy en día, es posible contratar los servicios de todas estas chicas de la noche colombiana vía online. Se dedican a brindar amor y compañía exclusiva, además todas ellas tienen un sinfín de historias que contar sin nada que ocultar. 

Entonces, si sueñas con pasar la noche más inolvidable de tu vida en la mejor compañía femenina, mientras ella va por el liguero y se lo alista, se perfuma y se viste de encanto, prepárate. Tal vez, esta noche corras con la mejor suerte de ser uno más de estos privilegiados “pacientes” del sexo.