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A veces, la gloria se conquista cuesta arriba. Así pedalea Alex Andrés Pabón
Bastidas, un joven de 20 años nacido en Popayán que ha convertido el esfuerzo en
su bandera y las montañas del Cauca en su mejor entrenamiento. Su nombre ya
resuena en el ciclismo nacional e internacional: ha sido campeón nacional de Cross
Country Olímpico (XCO) en 2018, 2021, 2022 y más recientemente en 2025,
categoría Sub-23.


Larga trayectoria


El talento de Pabón lo ha llevado a representar al país en competencias
internacionales como la Copa Mundo UCI en Brasil y Chile, el Panamericano de
MTB en Argentina, y el Campeonato Mundial de Cross Country Olímpico realizado
en Valais, Suiza, donde vistió el uniforme de Colombia con orgullo. Su disciplina,
tenacidad y técnica lo han posicionado como una de las jóvenes promesas del
ciclismo de montaña colombiano.


Falta de apoyo


Sin embargo, detrás de cada medalla hay una historia de sacrificio. Pese a sus
múltiples títulos, Pabón ha tenido que enfrentar la falta de apoyo por parte de
entidades como Indeportes Cauca, de donde asegura no ha recibido el respaldo
esperado. “A veces me dicen que no tengo los logros suficientes para ser apoyado,
que necesito más resultados internacionales”, cuenta con tristeza.


Para sostener su carrera, trabaja en plataformas de transporte y realiza actividades
alternas que le permitan cubrir los costos de entrenamiento, viajes, suplementos y
mantenimiento de su bicicleta. “Con Uber me alcanza para las carreras dentro del
país y para mantener la bici”, relata el ciclista, quien asegura que sin la ayuda de
sus padres y algunos amigos, continuar sería imposible.


Hoy, Alex sigue entrenando en las vías de Popayán con la mirada puesta en su
próximo objetivo: regresar al circuito internacional y dejar en alto el nombre del
Cauca. Su historia es la de muchos deportistas que, sin grandes patrocinios,
pedalean contra la indiferencia institucional y el olvido, confiando en que el talento,
tarde o temprano, también abre caminos.


En su recorrido deportivo, Alex ha aprendido que la constancia puede más que
cualquier obstáculo. A diario entrena en los alrededores de Popayán, en rutas
exigentes que combinan trochas, pendientes y tramos destapados, donde pone a
prueba no solo su resistencia física, sino también su temple. “Cuando uno está solo
en la montaña, el cuerpo se cansa, pero la mente no puede rendirse”, dice mientras
recuerda que muchos de sus triunfos los consiguió gracias al apoyo de su familia y
amigos, más que al respaldo institucional.


A pesar de los tropiezos, su compromiso con el deporte no se detiene. El joven
ciclista continúa participando en competencias nacionales, formando a niños del
barrio Balcones de Pomona y motivando a nuevas generaciones a creer en el
ciclismo como una oportunidad de vida. “Si mi historia sirve para que otros crean
que sí se puede, ya vale la pena todo el esfuerzo”, expresa con una sonrisa.

Pie de página: Alex Andrés Pabón Bastidas, ciclista.