Cinco destinos para saborear el Valle del Cauca

El Valle del Cauca se consolida como un destino para saborear en 2025. Durante este año miles de visitantes llegan hasta lugares emblemáticos del departamento, como la Basílica del Señor de los Milagros en Buga. La riqueza culinaria del departamento se convierte en un atractivo igual de poderoso.
1. Buenaventura: el mejor festín del Pacífico

En la costa vallecaucana, los fogones de Buenaventura cuentan historias ancestrales. Platos como el encocado de camarón, la piangua en coco o el arroz con toyo hacen parte del menú tradicional, donde también brillan las bebidas afrodisíacas como el viche, el arrechón o el curado, declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación.
Lugares como Uramba Cocina en el casco urbano o las cocineras tradicionales de Bahía Málaga permiten a los visitantes sumergirse en la esencia gastronómica de este territorio afrodescendiente.
2. Cali: tradición y alta cocina en una sola mesa
Cali, reconocida como una de las ciudades gastronómicas del mundo por la red francesa Délice, brilla con sus amasijos típicos como el pandebono –recientemente nombrado el mejor pan del mundo por Taste Atlas–, las marranitas y los aborrajados.
Pero también es sinónimo de alta cocina. Chefs como Catalina Vélez, del restaurante Domingo, fusionan la tradición vallecaucana con técnicas internacionales. “Nuestra cocina cuenta historias. Cada plato es un viaje por los sabores y las raíces del Valle”, afirma el secretario de Turismo. Otros nombres destacados y con propuestas innovadoras son el de Martha Jaramillo (El Ringlete) y Vicky Acosta (Platillos Voladores).
3. Ginebra, Guacarí y Buga: el corazón del sabor valluno
En el centro del departamento, la tradición se cocina a fuego lento y es un verdadero corredor gastronómico. En Ginebra, el sancocho de gallina en restaurantes como Los Guadualeso en Albania es un ritual que reúne a familias enteras.
En Guacarí, el fiambre campesino de doña Margot conserva el sabor del campo. Y en Buga, la visita al Señor de los Milagros puede cerrarse con una inolvidable chuleta de cerdo en Don Karlos.
4. Sevilla: café, paisaje y canastao
Al norte, Sevilla, nombrado Pueblo Mágico, es la capital cafetera del departamento. Aquí, el canastao –una combinación de carnes, plátano maduro y yuca servida en hoja de bijao– es un manjar imperdible. Allí, se destacan sitios como Casa Los Alpes, en donde se puede disfrutar del canastao, un plato típico que combina carnes, plátano maduro y yuca, servido en una canasta de bijao. O también, espacios como Villa Laura y Palomino, que conforman un verdadero paraíso cafetero, donde se pueden encontrar más de 100 marcas de café de especialidad.
5. Rozo: sabor campesino a pocos minutos de Cali
Ubicado en el municipio de Palmira, Rozo es un paraje gastronómico donde brilla el famoso “Pollo en su jugo”, estrella de los restaurantes campestres. La Casa de Doña Hilda Cuero se ha ganado un lugar de honor entre los comensales. Además, los fritos y amasijos –empanadas, marranitas y pandebonos– son el deleite constante de locales y visitantes.
Con una oferta que abarca lo espiritual, lo natural y lo cultural, el Valle del Cauca se reafirma como un destino ideal para Semana Santa. Sus sabores, arraigados en la memoria colectiva y la herencia multicultural, invitan a recorrer el departamento con cuchara en mano y corazón abierto.