Comité internacional frena legalizar comercio de cuerno de rinocerontev

Comité internacional frena legalizar comercio de cuerno de rinoceronte

Comité internacional frena legalizar comercio de cuerno de rinoceronte

El futuro de uno de los animales más amenazados del planeta volvió a ponerse sobre la mesa. Un comité internacional rechazó la propuesta de Namibia para legalizar el comercio de cuerno de rinoceronte, una medida que buscaba regular la venta bajo control gubernamental. Sin embargo, solo 30 de los 120 países votaron a favor, lo que mantuvo firme la prohibición global.

Una especie al borde del colapso

Los rinocerontes se encuentran en peligro crítico. Desde 1960, han perdido más del 90% de su población debido a la caza furtiva y al comercio ilegal impulsado por el valor del cuerno en mercados clandestinos. Los expertos advierten que cualquier flexibilización podría abrir una puerta peligrosa para los traficantes.

El comité insistió en que la prohibición sigue siendo la herramienta más efectiva para evitar la extinción, especialmente en un contexto donde las redes de caza ilegal siguen creciendo.

La propuesta de Namibia

Namibia argumentó que permitir un comercio legal y controlado ayudaría a financiar programas de conservación y a reducir el mercado negro. Planteó que el país ha logrado recuperar parcialmente algunas poblaciones gracias a esfuerzos locales y que un esquema regulado podría beneficiar tanto a las comunidades como a la fauna.

Pese a ello, la mayoría de naciones consideró que aún no existe la capacidad global para prevenir abusos ni garantizar una trazabilidad segura del producto.

Transición: una decisión que envía un mensaje

La votación no solo rechaza una propuesta concreta; también envía un mensaje sobre la importancia de mantener políticas estrictas mientras la especie continúa en riesgo extremo. Los organismos de conservación celebraron el resultado y lo calificaron como una victoria para la biodiversidad.

Lo que sigue

El debate continuará en los próximos foros internacionales, donde se revisarán nuevas estrategias contra la caza furtiva, el tráfico ilegal y la pérdida de hábitat. Por ahora, la protección total permanece intacta, y la prioridad será reforzar los programas de vigilancia y educación ambiental.