Derrota y dolor en Palmaseca: Deportivo Cali cae ante Medellín y llora la pérdida de un hincha
La noche del domingo fue más amarga de lo esperado para Deportivo Cali, que no solo cayó 1-3 ante Independiente Medellín por la fecha 9 de la Liga BetPlay II 2025, sino que además enfrentó una tragedia fuera de la cancha que marcó profundamente al equipo y a su afición.
El técnico Alberto Gamero, visiblemente afectado, no ocultó su dolor al hablar del fallecimiento de Juan Pablo Núñez Agudelo, hincha del club que fue atropellado por el bus del equipo mientras se dirigía al estadio Palmaseca.
“Son momentos muy duros. En el trayecto al estadio nos pasó de todo. Intentamos sacar el partido adelante, pero nos afectó la expulsión y la situación emocional del grupo. Hoy pensamos en la familia del hincha fallecido; nuestras condolencias para ellos”, declaró Gamero al término del encuentro.
⚽ Una noche cuesta arriba
El partido fue complejo desde el inicio. A los 35 minutos, Fabián Castillo fue expulsado con roja directa, dejando al Cali con diez hombres durante más de medio partido. Pese al golpe anímico y numérico, el equipo azucarero intentó mantenerse en la pelea, e incluso descontó con un penal convertido por Avilés Hurtado.
Pero la superioridad del Medellín se impuso en los momentos clave. Baldomero Perlaza, Francisco Fydriszewski y Luis ‘Chino’ Sandoval marcaron para el equipo antioqueño, sellando una victoria que lo mantiene entre los líderes del torneo.
“Jugar con uno menos es muy difícil. Buscamos el empate con cambios ofensivos, pero no nos alcanzó. Me quedo con la actitud del grupo; nadie quería perder”, añadió Gamero.
🟢 Preocupación en casa y mirada al clásico
El técnico fue autocrítico al hablar del rendimiento en Palmaseca, donde Cali ha dejado puntos importantes. Sin embargo, pidió a la hinchada mantener la fe en el proceso:
“Cometimos muchos errores en un mismo partido. Sabemos que debemos mejorar en casa, pero este grupo está comprometido”.
Con apenas una semana para el clásico vallecaucano ante América de Cali, el entrenador tendrá una tarea urgente: recomponer el ánimo, ajustar las líneas y encontrar respuestas en medio del dolor. La afición, golpeada por la tragedia y la derrota, espera una reacción que vaya más allá del resultado.
