El control empieza desde pequeños: Tigres forma el talento del futuro
En la Escuela Deportiva Tigres, ubicada en el municipio de Timbío, el fútbol se vive con pasión, disciplina y propósito. Cada entrenamiento es mucho más que un simple espacio para aprender a patear el balón: es una experiencia formativa que busca fortalecer las habilidades técnicas y emocionales de los niños y jóvenes que sueñan con convertirse en grandes deportistas. Desde temprana edad, los entrenadores inculcan la importancia del control del balón, un fundamento esencial que mejora el rendimiento en el campo y al mismo tiempo contribuye a formar la personalidad y la confianza de cada jugador.
El proceso de formación de Tigres parte de la convicción de que dominar el balón es dominar el juego. Por eso, las jornadas de práctica incluyen ejercicios que estimulan la coordinación, la concentración y la precisión, pero también el respeto, la cooperación y la mentalidad competitiva. Los entrenadores destacan que detrás de cada toque hay una enseñanza y detrás de cada ejercicio, una oportunidad para construir carácter. “El control del balón enseña paciencia y constancia, valores que los niños aplican no solo en el deporte, sino también en su vida diaria”, señalan desde la dirección técnica del club.
Además del componente técnico, el proyecto deportivo de Tigres se enfoca en el desarrollo integral de los jugadores. Los entrenamientos se complementan con espacios de orientación sobre hábitos saludables, manejo emocional y trabajo en equipo, entendiendo que un buen futbolista se forma dentro y fuera de la cancha. Los padres de familia, que participan activamente en el proceso, resaltan la transformación positiva que experimentan los niños en su comportamiento, su disciplina y su compromiso con el aprendizaje.
De esta manera, Tigres continúa consolidándose como una de las escuelas deportivas más importantes del sur del Cauca, apostándole a la formación de nuevos talentos con visión profesional. En cada práctica, los pequeños futbolistas aprenden que cada pase, cada control y cada esfuerzo cuentan. Porque en Tigres, más que enseñar a jugar fútbol, se enseña a creer en los sueños y a construir el futuro paso a paso, balón tras balón.
