El ejercicio frena el cáncer al competir por la glucosa, revela estudio

El ejercicio frena el cáncer al competir por la glucosa, revela estudio

Un nuevo estudio científico ofrece una explicación concreta sobre por qué la actividad física se asocia con un menor riesgo de cáncer y mejores resultados durante los tratamientos. Los investigadores descubrieron que hacer ejercicio obliga a los músculos a aumentar de manera notable su consumo de glucosa, la misma fuente de energía que utilizan muchos tumores para crecer. Al competir por este combustible, los músculos dejan menos disponible para las células cancerosas.

Los músculos “quitan” la glucosa al tumor

Durante el ejercicio, las fibras musculares incrementan su demanda energética. Esto provoca que el cuerpo redirija la glucosa hacia los músculos activos, dejando a los tumores con un acceso más limitado al azúcar que necesitan para multiplicarse. Según los autores del estudio, este efecto metabólico ocurre desde las primeras etapas de la actividad física y se intensifica a medida que aumenta la intensidad del ejercicio.

Esta competencia por la glucosa podría ser una de las claves para entender por qué las personas físicamente activas presentan menores tasas de crecimiento tumoral y mejores indicadores de salud metabólica.

Un crecimiento tumoral hasta 60% menor en ratones

Para comprobar esta hipótesis, los científicos realizaron experimentos controlados con ratones, sometiéndolos a rutinas de ejercicio moderado. Los resultados fueron sorprendentes: los animales físicamente activos mostraron una reducción del crecimiento tumoral de hasta 60% en comparación con los que llevaban un estilo de vida sedentario.

Aunque los investigadores advierten que estos resultados no se pueden extrapolar de inmediato a los humanos, sí refuerzan la idea de que el ejercicio tiene un efecto biológico directo sobre el metabolismo del cáncer, más allá de sus beneficios cardiovasculares o inmunológicos conocidos.

Un mecanismo con gran potencial clínico

Este hallazgo abre nuevas líneas de investigación. Comprender cómo se comporta la glucosa dentro del organismo durante el ejercicio podría ayudar a diseñar terapias complementarias para pacientes con cáncer. Además, los científicos creen que combinar actividad física regular con tratamientos oncológicos tradicionales podría potenciar la eficacia de estos últimos.

Por qué este descubrimiento es importante

La mayoría de las recomendaciones sobre ejercicio y cáncer se han basado en estudios observacionales. Sin embargo, esta investigación aporta evidencia experimental sobre un mecanismo biológico claro: los músculos en actividad compiten con los tumores por un recurso esencial. Esto no solo refuerza la importancia de moverse todos los días, sino que también posiciona al ejercicio como una herramienta terapéutica accesible, de bajo costo y con múltiples beneficios.

Una vía para futuras terapias metabólicas

Los autores señalan que sus resultados podrían inspirar estrategias que imiten el efecto del ejercicio en el metabolismo de la glucosa. Aunque falta mucho por investigar, el estudio ofrece una pieza crucial del rompecabezas sobre cómo la actividad física ayuda al organismo a combatir el cáncer.