El neerlandés debe hacer un curso antes de salir a pista y cumplir su objetivo de poder correr en el Nordschleife

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Por lejos, la parte que más le gusta a Max Verstappen en su vida de ser piloto de autos es, justamente, estar en la pista. Todo lo otro que rodea a su posición de deportista de elite lo hace regañadientes. Presentaciones, reuniones de marketing, conferencias de prensa… Ese combo que forma parte de su profesión es la que menos le interesa. Pero si se trata de estar acelerando un coche, ahí está. Tal es así, que, en pleno fin de semana libre, después de dos consecutivos sobre su Red Bull de F1, el tetracampeón no se tomará descanso: correrá en el Nordschleife, el trazado largo de Nürburging. En realidad, intentará hacerlo, porque primero deberá realizar un curso.

Verstappen declaró varias veces su entusiasmo con la posibilidad de disputar carrera de larga duración. De hecho, hasta podría ser su programa principal una vez que deje la F1, algo que por ahora realiza de manera virtual. Mientras tanto, quiere comenzar a despuntar eso de competencias de endurance con las 24 Horas de Nürbrugring. Pero para poder desembocar en la mítica competencia del Infierno Verde, primero debe competir en carrera más cortas en el Nordschleife, la variante larga de la pista alemana de 20,832 kilómetros de extensión y 107 curvas.