El PSG se gastó más de 2 mil millones de euros para ganar la Champions

PSG

Quedará registrado para siempre que una noche calurosa de mayo, en Múnich, el París Saint-Germain alzó por primera vez la Champions League. Tras años de millonarias inversiones —más de 2.283 millones de euros en fichajes desde la llegada del capital qatarí—, el club francés alcanzó finalmente la cima del fútbol europeo. Fue Luis Enrique quien lideró este hito, un técnico que, pese a ser cuestionado en gran parte de su país, encontró reconocimiento y admiración fuera de sus fronteras.

El entrenador asturiano cambió la narrativa del PSG: de proyecto mediático a equipo verdaderamente competitivo. Su enfoque táctico y su insistencia en el juego colectivo por encima de las individualidades terminaron por dar frutos. La victoria fue también una reivindicación para los que creen que en el fútbol moderno ganan los estrategas y no los egos.

En un Allianz Arena teñido de emociones, el PSG se proclamó campeón con una actuación sobresaliente frente al Inter de Milán. El club parisino demostró solvencia, madurez y un carácter competitivo que en años anteriores se le había reclamado. Lo que no lograron figuras como Mbappé, Neymar, Messi, Ibrahimovic o Di María, lo consiguieron una generación de jóvenes talentos que brilló en el momento más importante.

El equipo italiano, que venía de eliminar al Barcelona en semifinales, nunca encontró respuestas ante la presión organizada del PSG. Luis Enrique dotó a su plantilla de una sincronización sin balón que resultó clave. La intensidad de Dembélé, la claridad de Vitinha y la inteligencia táctica de jugadores como Doué y Achraf Hakimi marcaron la diferencia.

El primer gol llegó tras una recuperación en campo rival. Vitinha filtró un pase entre líneas hacia Doué, quien asistió con precisión a Achraf, el lateral reconvertido en atacante, para abrir el marcador. Más tarde, una acción salvadora de Nuno Mendes terminó en una contra letal que culminó con el segundo tanto, obra nuevamente de Doué. El Inter, ya desbordado, intentó reaccionar a balón parado, pero careció de contundencia.

Vitinha volvió a ser protagonista en el tercer gol, tras una jugada brillante que dejó a Doué de cara al gol para firmar su doblete. El festival se completó con un tanto de Kvaratskhelia, y ya en el descuento, el joven canterano Mayulu cerró el resultado con un quinto gol que puso el broche a una noche inolvidable.

Con esta victoria, Luis Enrique suma su segunda Champions como entrenador, esta vez con un equipo que había sido sinónimo de frustración en Europa. Lo logró con un grupo menos rutilante en nombres, pero más sólido en juego. El PSG, impulsado por un modelo económico sin precedentes, finalmente encontró en el banquillo lo que nunca pudo garantizar con los cheques: una verdadera identidad ganadora.