«El regreso tenso de Mantilla a Palmaseca: silbidos, fútbol y una herida abierta»

El regreso de Daniel Mantilla al estadio del Deportivo Cali, ahora con la camiseta de Llaneros, estuvo cargado de tensión. Desde su salida al campo, los hinchas ‘verdiblancos’ lo recibieron con silbidos, reflejo de una herida que aún no cicatriza.
El ambiente en Palmaseca no fue casual. Su paso por el club en 2023 terminó envuelto en polémica y, para muchos, su salida ocurrió en un momento delicado para la institución, lo que dejó un mal sabor entre la afición.
A pesar del recibimiento hostil, Mantilla respondió con fútbol. En pocos minutos provocó un penalti y asistió en el tercer gol de su equipo, dejando claro que su enfoque sigue en la cancha. Al finalizar el encuentro, habló con serenidad.
“Sé cómo terminaron las cosas. Fue una situación difícil. Respeto mucho a la gente del Cali”, expresó en zona mixta, sin ánimos de confrontación.
Sus palabras reflejaron madurez. Evitó la controversia, no se victimizó ni devolvió los reproches. Asumió el momento con entereza, priorizando su rendimiento deportivo por encima del ruido externo.
Este episodio reaviva una relación quebrada con parte de la hinchada. Aunque su salida no estuvo marcada por declaraciones polémicas, el contexto institucional del club en 2023—marcado por la crisis dirigencial y deportiva—convirtió su marcha en un punto de fricción.
Mantilla llegó a Deportivo Cali proveniente de Atlético Nacional, con grandes expectativas. En aquel semestre disputó 21 partidos, marcó un gol y entregó dos asistencias. Sin embargo, su vínculo con la afición nunca terminó de consolidarse. Hoy, su historia con el club sigue sin cierre definitivo.