Karim López: el latino que busca ser la próxima estrella de la NBA

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HERMOSILLO, México – A menos de una cuadra del centro de la ciudad, en una cancha que conoce muy bien, Karim López, jugador de los New Zealand Breakers en la NBL y prospecto rumbo al Draft de la NBA en 2026, bota una pelota de básquetbol para las cámaras. Una señora se detiene a observarlo, aprovecha una pausa, y se acerca a él para platicar.

“Eres él, ¿verdad?”.

Karim se detiene y sonríe. La señora continúa. “Eres el basquetbolista, ¿no?”. Sabe que está en presencia de una celebridad, aunque no está segura de exactamente quién sea. Ella dice saber quién es, pero no se acuerda de su nombre. Dice que lo tiene en la punta de la lengua, el nerviosismo del momento es el culpable de que se le haya olvidado.

Al final, Karim se toma una selfie con la señora y le firma un autógrafo. Después de la señora, se animan varios más a tomarse fotos. A unos minutos, el furor termina y Karim continúa con la filmación. Es difícil para cualquier persona que mide 2.03 metros (6’8” en pies y pulgadas) pasar desapercibido, y desde hace algunos años ya, Karim, quien cumplió 18 el pasado abril, es una celebridad local. Pero este nivel de fama aún es cómodo. Hay ambigüedad, al fin y al cabo.En algunos meses, Karim se podría convertir en una verdadera celebridad entre los millones de fans del basquetbol en México, Estados Unidos y el mundo. El nacido en Hermosillo está posicionado a ser el primer jugador mexicano en ser seleccionado en la primera ronda en la historia del draft de la NBA, y unirse a la mejor liga del mundo.

Sería profético entonces, ya que, desde su nacimiento, el básquetbol es tema central en su vida. Si bien, hoy el deporte es el responsable de que su vida presente tanto potencial, aquel 12 de abril del 2007, también era el culpable de un suceso que, hasta la fecha, causa mucha emoción dentro de su familia.

“No estuve presente cuando (Karim) nació”, dice Jesús Hiram López, padre de Karim. “Estaba en mi último año de universidad en Estados Unidos; nervioso porque mi esposa ya tenía varias horas en el tema de parto”.

Hiram estudiaba y jugaba básquetbol en Southwest Baptist University, una escuela privada en Bolivar, Missouri. En el verano del 2007, también fue llamado a la Selección Mexicana, lo cual impidió que pudiera estar a lado de su esposa Claudia al momento de la llegada de Karim. No fue hasta después de un mes que padre e hijo pudieron conocerse.

Ya como profesional, Hiram pasó la gran mayoría de su carrera en México, situación que permitía que Karim estuviera siempre cercano a la duela. La familia recuerda que, antes o después de los encuentros, el hijo acompañaba al padre sobre la duela, y aprovechaba para comenzar a practicar el deporte bajo las luces de los gimnasios.