Minería amenaza al orangután más raro del planeta
Minería amenaza al orangután más raro del planeta
La expansión de una mina de oro valorada en 200 millones de dólares en el norte de Sumatra, Indonesia, está encendiendo alarmas globales al poner en riesgo directo la supervivencia del orangután de Tapanuli, el simio más raro del mundo. Con menos de 800 ejemplares, esta especie vive exclusivamente en un pequeño fragmento de selva que ya está siendo talada a pocos metros de sus zonas de alimentación y descanso.
Una especie única en peligro extremo
El orangután de Tapanuli fue identificado como especie distinta en 2017 y, desde entonces, se ha convertido en un símbolo de conservación debido a su población críticamente reducida. Su hábitat se encuentra rodeado por proyectos mineros, carreteras y plantaciones que continúan fragmentando el bosque.
La expansión minera amenaza con destruir áreas esenciales para su supervivencia, afectando rutas de desplazamiento y reduciendo aún más el territorio disponible para alimentarse y reproducirse.
Deforestación acelerada en la zona
Imágenes satelitales y reportes ambientales muestran que la tala avanza a pocos metros de los nidos donde habitan los orangutanes. Las máquinas han comenzado a abrir claros en zonas previamente intactas, lo que aumenta el estrés de la especie y eleva el riesgo de encuentros con humanos, desplazamientos forzados y disminución de alimentos.
Además, la construcción de nuevas carreteras para la mina incrementa la fragmentación del bosque, un factor crítico que podría empujar a la especie al punto de no retorno.
Presión internacional y llamado a detener el proyecto
Organizaciones ambientales y expertos en biodiversidad han solicitado al gobierno indonesio revisar de inmediato los permisos de expansión. Argumentan que permitir la destrucción de uno de los últimos refugios del orangután de Tapanuli sería irreversible y contravendría compromisos globales de conservación.
Los especialistas advierten que, con una población tan reducida, cualquier pérdida adicional de hábitat podría desencadenar su extinción en las próximas décadas.
Un dilema entre economía y biodiversidad
Aunque el proyecto promete inversión y empleo local, los defensores del ambiente recuerdan que la riqueza que genera una mina es temporal, pero la pérdida de una especie es para siempre. El caso reabre el debate sobre modelos de desarrollo que priorizan la explotación de recursos por encima de la protección de ecosistemas únicos.
