Minnesota aprovecha la debilidad de Doncic y golpea a unos Lakers al límite

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Un virus complica el panorama para los Lakers

Un virus dejó tocado a Luka Doncic y comprometió las opciones de los Lakers. Los Timberwolves aprovecharon la debilidad del esloveno, enfermo, y también resistieron las heroicidades de LeBron James para imponerse 116-104 y adelantarse en la serie. El cuento de hadas de los Lakers ante Minnesota empieza a teñirse de tonos ocres, lejos del dorado de antaño. Más que la tensión, el factor físico marca esta eliminatoria. En el primer partido, los de Redick fueron barridos; en el segundo ajustaron para frenar a los Wolves; pero el tercer choque abrió un nuevo plano: tanto pesa repetir errores propios como forzar los ajenos.

Urge una reacción en Los Ángeles

A Los Ángeles le urge una reacción inmediata, una descarga real que reparta el peso que ahora soportan casi en solitario LeBron y Doncic. LeBron asumió el rol de superhéroe mientras Luka, golpeado por un virus estomacal, apenas pudo competir tras vomitar antes del encuentro. Solo Reaves, considerado el tercer pilar del equipo, ofreció algo de apoyo. Más allá de él, los Lakers no encuentran soluciones.

Minnesota cumple su parte

Necesitan arrancar una victoria del Target Center para recuperar el factor cancha perdido en el primer partido. Pero partidos como el de este viernes, con un Doncic alicaído y una primera mitad casi zombi, alejan esa posibilidad. La suerte también juega su papel. Minnesota cumplió su parte: minimizó los errores de Randle, convirtió a Jaden McDaniels en una fuerza imparable a ambos lados de la pista, puso el balón en manos de Edwards y explotó las virtudes colectivas de los de Chris Finch. Volátiles, sí, pero peligrosos.

El inicio marca la tendencia

El duelo comenzó con hostilidades tempranas: apenas tres minutos y ya se había producido una revisión arbitral, seguida de un parcial de 7-0 para Minnesota. Doncic solo lanzó una vez antes de pedir cambio, abatido en el banquillo, capucha puesta y ojos cerrados. James encendió la chispa con varios tiros desde la izquierda y Reaves acertó desde el triple, pero las pérdidas de balón y la falta de fuerza en el rebote condenaron a los Lakers. Walker amplió la ventaja de los Wolves antes del final del primer cuarto.

LeBron saca su mejor versión

LeBron, a sus 40 años, se permitió todo en el segundo periodo: con 14 puntos en seis minutos, remontó casi en solitario del -9 al +3. Cuando los Lakers amenazaban con escaparse, McDaniels apareció (30 puntos) para frenar la remontada. Luka, demasiado débil, no pudo detenerlo en defensa, y McDaniels castigó a Los Ángeles con una actuación memorable. El intercambio de triples cerró la primera mitad con una ventaja corta para los Lakers.

Minnesota responde con contundencia

En la reanudación, Minnesota arrancó con tres triples seguidos (Edwards, Randle y Conley) y le dio la vuelta al partido. Edwards añadió un robo y un mate espectacular. Incluso una jugada polémica encendió los ánimos: McDaniels corrió solo hacia el aro mientras desde las gradas sonaba un silbido que confundió a Doncic. Aun así, los Lakers corrigieron con un 0-6 para entrar al último cuarto con opciones.

La última ráfaga decide el partido

DiVincenzo reclamó protagonismo con una finta y un tiro de enorme calidad. LeBron respondió como pudo: cada vez que Minnesota se alejaba, él metía otro triple. Cuando Reid anotó para el 97-90, LeBron devolvió dos bombazos que pusieron el marcador 100-99, con medio cuarto por disputarse.

Todas las miradas se centraban en LeBron, aunque Doncic, en un esfuerzo digno, logró algún aporte positivo. Sin embargo, el último parcial, 13-1 para los Wolves, decidió el choque. Minnesota multiplicó sus amenazas y los Lakers fallaron en los marcajes, dejando libres a Reid y permitiendo que Edwards entrara en trance. Finalmente, McDaniels coronó su exhibición para cerrar la noche y confirmar su consagración. Y queda mucho más por ver de estos Timberwolves.

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