32 equipos de fútbol de todo el mundo se preparan para enfrentarse en una batalla épica por la supremacía

El sorteo de la tarde del jueves en Miami marca el comienzo de un viaje hacia lo desconocido, pero uno que sin duda será inolvidable. 32 equipos de fútbol de todo el mundo se preparan para enfrentarse en una batalla épica por la supremacía, con un solo objetivo en mente: ser el mejor. Cada encuentro será una oportunidad única de escribir historia y demostrar que, en este torneo, la gloria está al alcance de quienes se atrevan a soñar y luchar hasta el final

Nunca antes tantos equipos de fútbol habían compartido escenario en busca de un título mundial. Lo que antes parecía reservado únicamente a las selecciones nacionales, con estrellas reunidas en un torneo internacional de un mes, ha sido transformado por la FIFA bajo la dirección de Gianni Infantino. El Mundial de Clubes, que ya no es el «mundialito» de antaño, se ha convertido en una realidad imponente: 32 equipos lucharán por la gloria entre el 15 de junio y el 13 de julio en Estados Unidos. Doce estadios y once ciudades serán el escenario de esta histórica competencia.

El sorteo que definirá los grupos se llevará a cabo este jueves a las 7 de la tarde, hora española, desde Miami, en los estudios de Telemundo. En ese evento, se asignarán los rivales de los ocho grupos, de los cuales los dos mejores de cada uno avanzarán a los octavos de final, siguiendo el formato tradicional de la Copa del Mundo, hasta llegar a la gran final, que se disputará en el estadio MetLife de Nueva Jersey.

El camino para llegar a este punto no ha sido fácil, sobre todo debido a la oposición de las ligas y los sindicatos de jugadores. La congestión del calendario ha sido uno de los principales argumentos en contra de este torneo, que, aunque comenzará en junio de 2025, se había planeado originalmente para 2021, con 24 equipos, en colaboración con una empresa china. Sin embargo, la pandemia lo canceló, junto con los prometedores millones de euros que se habían previsto. Ahora, con el torneo en marcha, la FIFA se enfrenta a nuevos desafíos, pero también a una oportunidad única para reconfigurar el panorama futbolístico global.