Nadal reflexiona sobre el Big 3 y la rivalidad que marcó una era

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Rafael Nadal volvió a hablar del legendario Big 3 y lo hizo en una profunda conversación con Jorge Valdano para Movistar+, donde compartió reflexiones a un año de su retiro del tenis profesional. El español se mostró sincero al analizar cómo su rivalidad con Roger Federer y Novak Djokovic moldeó su carrera y elevó el nivel del deporte a alturas que jamás imaginó.

En la charla, Nadal destacó que competir contra dos jugadores “extraordinarios y únicos” lo obligó a reinventarse constantemente. Aseguró que, sin la presencia de Federer y Djokovic, su trayectoria habría sido distinta, quizá con menos títulos, pero también con menos crecimiento personal y profesional.

Nadal explicó que la rivalidad no solo se vivió en la cancha, sino también en la preparación diaria, en la disciplina y en la mentalidad. Para él, enfrentarse repetidamente a dos de los mejores de la historia lo empujó a buscar nuevas formas de entrenar, mejorar su físico y adaptarse a distintos estilos de juego.

El mallorquín resaltó que Federer representaba la elegancia y la técnica pura, mientras que Djokovic encarnaba la consistencia y el poder mental. Esos contrastes, según dijo, hicieron que cada enfrentamiento tuviera una dificultad particular que lo obligaba a “estar siempre un paso más adelante”.

Nadal también admitió que durante años sintió la presión constante de mantenerse a la altura, aunque con el tiempo aprendió a disfrutar del desafío. Comentó que cada gran final entre ellos tenía una carga emocional inmensa y que, mirando hacia atrás, esas batallas hoy le generan un profundo orgullo.

El exnúmero uno del mundo reflexionó sobre cómo el Big 3 transformó la percepción del público. Considera que la rivalidad ayudó a popularizar el tenis en rincones del planeta donde antes no tenía tanto impacto, generando una ola de nuevos aficionados y jóvenes talentos.

Durante la entrevista, Nadal recordó momentos icónicos, como la final de Wimbledon 2008 ante Federer o los duelos interminables con Djokovic en Roland Garros. Señaló que son recuerdos que atesora y que permanecerán como parte esencial de su identidad deportiva.

El español también se refirió al respeto que siempre existió entre los tres, más allá de la feroz competencia. Aseguró que cada uno entendía que, sin los otros dos, la historia personal de cada uno sería incompleta, ya que la grandeza del Big 3 se construyó en conjunto.

Nadal dijo sentirse tranquilo con su legado, convencido de que dio todo lo que tenía en su carrera. Añadió que ver ahora el tenis desde afuera le ha permitido valorar aún más lo que él, Federer y Djokovic construyeron durante casi dos décadas.

Finalmente, el tenista reiteró que la rivalidad del Big 3 no fue solamente deportiva, sino un fenómeno cultural que marcó una generación. Cerró diciendo que, aunque ya no compite, seguirá sintiéndose parte de esa historia que cambió para siempre la narrativa del tenis mundial.