NBA camino al GOAT por franquicia: Seattle SuperSonics/Oklahoma City Thunder

Ganar tiene un valor importante, y más allá de que solo estuvo cuatro años en la franquicia, merece entrar en el Top 10. Wilkens es una leyenda absoluta de la NBA, tanto por lo hecho como jugador como también por lo hecho como entrenador.
En su paso por los SuperSonics, este habilidoso armador promedió 19.5 puntos y nueve asistencias por juego. Llegó a tres All-Star Game, pero mucho más importante que todo eso es que ayudó a sentar las bases para transformar a esta franquicia en ganadora. Su número 19 fue retirado por los SuperSonics, y fue inducido tres veces al Hall of Fame: en 1989 como jugador, en 1998 como coach y en 2010 como asistente del Dream Team de 1992.
Más allá de su paso como jugador, no podemos dejar de mencionar su impacto como coach en estas tierras: con él al mando ganaron el campeonato de 1979.
Schrempf compitió seis años para Seattle SuperSonics y su juego versátil se adelantó a la época. El talento alemán -el primero de su país en jugar en la NBA- fue tres veces All-Star (1993, 1995 y 1997) y previo a su llegada al vértigo de George Karl, Gary Payton y Shawn Kemp, había sido dos veces Sexto Hombre del año.
Schrempf fue puro equilibrio y ayudó a los Sonics a alcanzar las Finales de la NBA en 1996, instancia en la que perdieron ante los Chicago Bulls de Michael Jordan y compañía. Tirador de alto porcentaje, dinámico y polifacético, dejó una huella imborrable en el corazón de los fanáticos de Seattle. Fue precursor de la NBA moderna que conocemos hoy, plagada de talento internacional.
Ya son varias entregas, pero lo diremos hasta el hartazgo: la fidelidad, en este ranking, paga. Brown jugó trece temporadas en los Sonics, arrancó siendo suplente de Lenny Wilkens y Dick Snyder, pero cuando Seattle envió a Wilkens a Cleveland Cavaliers cobró máxima notoriedad al punto tal de erigirse en insustituible. Su historia está muy vinculada a la de Wilkens, porque ‘Downtown Freddie Brown’ formó parte del equipo campeón de 1979 que, curiosamente, dirigía Wilkens ya en su rol de entrenador.