Oniomanía: La adicción a las compras que florece en la era de los influencers y el comercio online
Es fundamental romper con el estigma y empezar a considerar esta adicción con la seriedad que merece. Reconocer el problema es el primer paso para buscar ayuda profesional y recuperar el control sobre la vida y las finanzas.

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La frase «Me volví adicta a las compras. Este problema debe tomarse más en serio» refleja una realidad cada vez más visible: la oniomanía, o adicción a las compras, ya no es solo un capricho, sino un trastorno psicológico con consecuencias graves. El auge de las redes sociales y el comercio en línea ha exacerbado este problema, convirtiéndolo en una adicción silenciosa que afecta a un número creciente de personas.
¿Qué es la oniomanía?
La oniomanía, que etimológicamente significa «locura por las compras», es un trastorno del control de impulsos. Se caracteriza por un patrón compulsivo e incontrolable de compra, donde el acto de comprar se vuelve más importante que el producto en sí. Aunque en un primer momento puede generar una sensación de euforia y placer, este alivio es temporal y rápidamente es seguido por sentimientos de culpa, vergüenza, ansiedad y remordimiento.
A diferencia de un comprador ocasional por impulso, la persona con oniomanía gasta de forma desmesurada, a menudo en artículos innecesarios, lo que puede llevar a problemas financieros, deudas, aislamiento social y conflictos con la familia y la pareja. La adicción es tan fuerte que la persona miente para ocultar sus compras y puede desarrollar una baja autoestima y otros problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión.
El rol de las redes sociales y el comercio online
Las redes sociales y las plataformas de comercio electrónico han creado un entorno perfecto para que la oniomanía prospere.
- Exposición constante y presión social: Las redes sociales nos bombardean con imágenes de un estilo de vida idealizado, donde la felicidad y el éxito están ligados a las posesión de ciertos productos. Los influencers que muestran «hauls» (muestras de compras) o recorridos por sus vestidores normalizan el consumo excesivo, generando una presión para que los seguidores compren para encajar o alcanzar ese ideal.
- Acceso 24/7: La compra online ha eliminado las barreras físicas y los horarios. Con un solo clic, se puede comprar a cualquier hora y desde cualquier lugar. Esta facilidad de acceso reduce el tiempo para la reflexión y el autocontrol, facilitando las compras impulsivas.
- Algoritmos y publicidad personalizada: Las plataformas online recogen nuestros datos y hábitos de consumo para mostrarnos publicidad personalizada de productos que son difíciles de ignorar. Este «marketing agresivo» explota las vulnerabilidades psicológicas, empujando a las personas a comprar incluso cuando no lo necesitan.
- El «efecto dopamina»: El acto de comprar, especialmente online, genera un pico de dopamina en el cerebro, un neurotransmisor asociado con el placer y la recompensa. Este ciclo de recompensa se refuerza cada vez que se compra, lo que crea una adicción conductual similar a la de las sustancias.
Un problema que requiere seriedad
La oniomanía no es un simple mal hábito, sino una adicción psicológica que puede tener un impacto devastador en la vida de una persona. El tratamiento, que a menudo incluye la terapia cognitivo-conductual, busca ayudar a los pacientes a identificar los desencadenantes emocionales, desarrollar estrategias de autocontrol y reestructurar los pensamientos irracionales que llevan al comportamiento de compra compulsiva.
Es fundamental romper con el estigma y empezar a considerar esta adicción con la seriedad que merece. Reconocer el problema es el primer paso para buscar ayuda profesional y recuperar el control sobre la vida y las finanzas.