Pasión que une generaciones

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La pasión por el fútbol no solo se vive en la cancha, también se siente en cada
recuerdo, en cada historia y en cada prenda que representa un momento único del
deporte más popular del mundo. Así lo demuestra Carlos Manuel Orozco, bombero
aeronáutico y orgulloso padre, quien ha dedicado los últimos años a construir una
colección especial de 80 camisetas de fútbol, inspirada en el amor que siente por su
hijo Emanuel Orozco y en el deseo de transmitir ese legado.


“Soy un fanático del fútbol y sigo de cerca el crecimiento deportivo de mi hijo. Por él
surgió la idea de coleccionar camisetas, para que más adelante continúe con este
proyecto”, relata Carlos, quien encuentra en esta afición una forma de unir
generaciones a través de una misma pasión. Para él, cada camiseta tiene un valor
emocional, no solo por el equipo que representa, sino por las historias y vínculos
que se crean con otras personas que comparten la misma afición.


Valiosa colección


Entre las piezas más valiosas de su colección se encuentran una camiseta del
Independiente de Avellaneda, de la época en que jugó el colombiano Jairo “el Tigre”
Castillo, y una del Centauros de Villavicencio, usada por el futbolista Celimo Polo,
obsequio de su cuñado. Estas prendas, junto a muchas otras, hacen parte de un
patrimonio que refleja el amor por el deporte y la cultura futbolística.


“La idea es seguir trabajando en la consecución de camisetas únicas, porque el
fútbol es un ejercicio cultural que permite converger distintos pensamientos en torno
a un solo ideal”, afirma con orgullo. Su historia es ejemplo de cómo la pasión, la
memoria y la familia pueden unirse para crear algo verdaderamente inspirador.
Pie de página: Carlos Manuel Orozco, fanatico.