Polémica por comentarios misóginos de dirigente del Unión Magdalena

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El presidente del club Unión Magdalena, equipo de la Primera A de Colombia, ha desatado una gran controversia tras sus recientes declaraciones misóginas, en las que afirmó que «el fútbol no es para mujeres». Estas palabras han generado un fuerte rechazo tanto dentro como fuera del ámbito deportivo, especialmente por parte de las organizaciones que luchan por la inclusión y la igualdad de género en el deporte.

La Defensoría del Pueblo de Colombia fue una de las primeras instituciones en pronunciarse al respecto, calificando las palabras del dirigente como un acto de «machismo violento». Esta acusación fue respaldada por diversas figuras del fútbol colombiano, tanto femeninas como masculinas, que manifestaron su solidaridad con las jugadoras y denunciaron el daño que este tipo de comentarios genera a la lucha por la igualdad en el deporte.

El incidente ocurrió durante una rueda de prensa en la que el dirigente del Unión Magdalena fue cuestionado sobre el papel del club en el apoyo al fútbol femenino. En lugar de ofrecer una respuesta inclusiva, el presidente realizó una afirmación que no solo denigra el fútbol femenino, sino que también refleja una mentalidad arcaica y discriminatoria que todavía persiste en ciertos sectores del deporte. Estas declaraciones fueron rápidamente difundidas en los medios y redes sociales, donde se viralizó la indignación de miles de personas que consideran que el fútbol debe ser un espacio para todos, sin importar el género.

En respuesta a la polémica, varios clubes y asociaciones deportivas se han manifestado en apoyo a las jugadoras y han reiterado la importancia de seguir trabajando por la inclusión y la igualdad de oportunidades para las mujeres en el deporte. En particular, la Liga Femenina de Fútbol de Colombia ha expresado su rechazo a las declaraciones y ha instado a los dirigentes a ser más responsables con sus comentarios, dado que su influencia puede impactar negativamente en la percepción pública del fútbol femenino.

Por su parte, algunos jugadores de fútbol masculino también alzaron la voz en defensa de las mujeres en el deporte, destacando que el fútbol no tiene género y que las jugadoras deben recibir el mismo respeto y apoyo que sus colegas masculinos. Entre las reacciones más destacadas estuvo la de algunas futbolistas de la selección nacional femenina, quienes señalaron que este tipo de comentarios perpetúa estereotipos y prejuicios que aún limitan la participación de las mujeres en diversas disciplinas deportivas.

A nivel institucional, el Ministerio del Deporte también intervino, recordando a los dirigentes deportivos la importancia de promover un entorno inclusivo y respetuoso. Este tipo de actitudes, que van en contra de los principios de igualdad y equidad, no solo afectan a las jugadoras, sino que también perjudican la imagen del deporte colombiano ante la comunidad internacional.

El caso del Unión Magdalena resalta la necesidad urgente de continuar trabajando en la educación y sensibilización sobre la igualdad de género en el deporte. La inclusión de las mujeres en el fútbol y en todas las disciplinas deportivas debe ser vista como un derecho fundamental, y no como un favor que se les hace a las deportistas. Las autoridades y dirigentes deben ser ejemplo de respeto y promoción de la equidad, y los comentarios como los emitidos por el presidente del Unión Magdalena deben ser condenados sin ambigüedades.