Rachel Gunn, conocida en el mundo del ‘breakdance’ como ‘Raygun’, ha anunciado su retirada definitiva de la competición tras la polémica surgida en los Juegos Olímpicos de París 2024.
La bailarina australiana, de 37 años, fue el centro de atención y objeto de críticas por su peculiar rutina en la competición, donde incorporó movimientos poco convencionales, como saltos que imitaban a un canguro, los cuales no convencieron a los jueces y le impidieron obtener puntos.
En una reciente entrevista con la emisora 2DayFM, Gunn admitió sentirse decepcionada por la reacción negativa y el nivel de escrutinio que recibió. «Todavía hago ‘break’, pero no compito. Ya no voy a competir más», declaró, explicando que prefiere bailar de forma íntima en el salón de su casa junto a su pareja, lejos de la presión pública. Aunque su intención inicial era continuar en la escena competitiva, reconoció que el ambiente había cambiado: «El nivel de escrutinio va a estar ahí. La gente lo grabará, lo publicará en internet. No será la misma experiencia por todo lo que ha sucedido».
La decisión de Raygun llegó tras meses de reflexión, durante los cuales también recibió una mezcla de críticas y muestras de apoyo. A pesar de la controversia, su trayectoria fue reconocida en septiembre cuando la World DanceSport Federation (WDSF) la nombró la número uno del mundo en breakdance. Esta validación fue un punto alto en su carrera, aunque no suficiente para cambiar su decisión de retirarse de la competición.
Gunn compartió cómo el impacto de la atención pública la afectó personalmente: «Sentí que perdí el control sobre cómo la gente me veía, quién era, quién era mi pareja, mi vida. Me sentí muy decepcionada», confesó. No obstante, también enfatizó el lado positivo de su experiencia, agradeciendo a quienes la apoyaron y le hicieron sentir que su estilo había sido inspirador. «Bailar es muy divertido y te hace sentir bien. No creo que la gente deba sentirse mal por su forma de bailar. Sal a la pista de baile y diviértete», expresó como mensaje para otros amantes de la danza.
Cabe destacar que el ‘breakdance’ debutó en los Juegos Olímpicos de París 2024, pero no estará presente en los Juegos de Los Ángeles 2028. Esta disciplina se caracteriza por su libertad y la falta de estándares estrictos, lo que permite una gran dosis de improvisación y creatividad, aspectos que Gunn llevó al extremo en su actuación y que generaron opiniones divididas.
Este retiro marca el cierre de un capítulo notable en la carrera de una bailarina que, pese a la controversia, dejó una huella en el mundo del ‘breakdance’ olímpico y en la percepción de la innovación en el deporte.
