Real Betis vs Chelsea: una final con historia, morbo y un sueño europeo en juego
Final de la UEFA Conference League
Este miércoles 28 de mayo, el Stadion Wrocław será escenario de un duelo inédito e intrigante: el Real Betis, en su primera final europea, se medirá ante un Chelsea con hambre de cerrar la temporada con broche dorado y hacer historia.
Para el conjunto verdiblanco, dirigido por Manuel Pellegrini, esta final representa el momento más importante de su historia moderna. Pese a una irregular campaña liguera, el equipo andaluz se ha plantado en la definición del título con un fútbol ofensivo y el liderazgo de un inspirado Isco, llamado a ser el termómetro y el motor creativo del Betis. El veterano Adrián defenderá el arco ante las dudas físicas de Vieites, mientras que Bakambu será la referencia ofensiva. El equipo, sin embargo, no ha logrado mantener su arco en cero en los últimos diez partidos, lo que plantea un reto ante un rival de alto calibre.
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El Real Betis disputa su primera final continental ante un Chelsea que quiere completar su colección de títulos UEFA. El duelo entre Pellegrini y Maresca suma emoción a una final con aroma a revancha.
El Chelsea, bajo el mando del italiano Enzo Maresca, llega en plena forma (seis partidos invicto), con la plantilla en mejor momento físico que su rival. Figuras como Cole Palmer, Caicedo y el eléctrico Madueke forman parte de un once que mezcla juventud y jerarquía. Maresca, que fue ayudante de Pellegrini y jugó bajo sus órdenes, quiere sumar el único trofeo UEFA que falta en las vitrinas del club y consolidar una cultura ganadora.
La previa está marcada por la tensión emocional: Maresca es recordado por los béticos por su pasado en el Sevilla, eterno rival, y por haberles marcado un gol decisivo en un derbi en 2005. Él lo sabe y sonríe con ironía: “Sé que no les caigo bien”.
Estadísticamente, el Betis se aferra a una tendencia poderosa: desde 2001, ningún club español ha perdido una final europea ante un rival extranjero. ¿Se mantendrá la racha?
Ambos técnicos han prometido un partido abierto, sin especulaciones. “Queremos hacer historia para el club y para la ciudad”, dijo Pellegrini. Maresca lo dejó claro: “Esta puede ser la primera piedra de un Chelsea campeón del futuro”.
La batalla está servida. España e Inglaterra cruzan caminos en Polonia con un trofeo europeo como recompensa. Solo uno escribirá su nombre en la historia.
