Sevilla cae 3-0 ante Atlético de Madrid en un duelo marcado por la falta de eficacia

Sevilla cae 3-0 ante Atlético de Madrid en un duelo marcado por la falta de eficacia


El Sevilla sufrió una nueva derrota en LaLiga al caer 3-0 frente al Atlético de Madrid, en un encuentro donde las cifras reflejan un contraste claro entre posesión y efectividad. A pesar de tener mayor control del balón durante gran parte del compromiso, el conjunto andaluz no logró traducir su dominio en oportunidades claras, lo que terminó costándole caro en el marcador.

Las estadísticas muestran que el Sevilla tuvo un 55 % de posesión frente al 45 % de su rival, pero la diferencia estuvo en la profundidad de cada ataque. Mientras los locales fueron precisos y letales en las pocas ocasiones generadas, el conjunto visitante no encontró caminos claros al gol. Sus nueve remates totales se quedaron en solo dos disparos directos al arco, un indicador evidente de la falta de contundencia ofensiva.

El manejo del balón tampoco se tradujo en superioridad efectiva. Con 459 pases completados y un 90 % de precisión, el Sevilla mantuvo una circulación limpia, pero carente de verticalidad. Cada intento de avanzar terminó estrellándose contra la sólida estructura defensiva del adversario, que supo contener las transiciones sin desordenarse.

Otro dato que marcó la diferencia fue el control de los duelos físicos. El Sevilla cometió 11 faltas a lo largo del partido, reflejando las dificultades para frenar las salidas rápidas del rival. A pesar de su intención de mantener el equilibrio táctico, el equipo visitante terminó condicionado por la intensidad del juego y la presión constante que enfrentó en la mitad del campo.

El aspecto disciplinario también influyó en el desarrollo del encuentro. Con tres tarjetas amarillas y un total de cuatro tiros de esquina, el Sevilla mostró una ligera desorganización en momentos clave. La falta de precisión en el último pase y la desconexión en los metros finales impidieron que su posesión tuviera un impacto real en el resultado.

A nivel defensivo, los números reflejan la dificultad para contener los ataques rivales. Aunque los datos de posesión favorecen al cuadro andaluz, su efectividad en la recuperación fue menor. El rival, con solo 13 remates, consiguió anotar tres veces, una estadística que subraya la falta de solidez y concentración en la zona posterior.

En resumen, la derrota del Sevilla fue una combinación de dominio estéril y fragilidad en los momentos decisivos. Las cifras evidencian un equipo que tuvo el balón, pero no el control real del partido. El marcador 3-0 deja una lección clara: la posesión, sin profundidad ni contundencia, no basta para competir en escenarios de alta exigencia como el Metropolitano.