Antoine Griezmann fue la gran sorpresa en el último día del mercado de fichajes, el pasado martes 31 de agosto, al ser enviado a préstamo al Atlético de Madrid, desde el Barcelona, del cual se despidió en medio de nostalgia.
A través de redes sociales, el delantero francés envió un mensaje a los aficionados, agradeciendo las oportunidades que tuvo en el club, pero en especial, lamentando no conseguir los objetivos que se esperaron con el jugador.
«Me despido agradeciendo su cariño. Lo di todo por esta camiseta, me he implicado con este gran club y me voy triste por no haber podido disfrutar más de vosotros en las gradas, pero orgulloso de haber sido uno de los vuestros», escribió este 1 de septiembre Griezmann en sus redes sociales, a horas de que se confirmara su pase.
Es que el francés era uno de los hombres que los aficionados ya no querían mucho, por su alto valor cuando llegó, de 120 millones de euros, y que no se bajó su salario para evitar la salida de Lionel Messi, cuyo salario significó su partida.
Griezmann anotó 35 goles en 105 apariciones con el Barcelona, pero la mayoría de las veces permaneció a la sombra de Messi, con quien había alcanzado a entenderse como inicialistas, pero sin muchos resultados.
Con la deuda del Barcelona rondando los 1.570 millones de dólares, vender a Griezmann era una prioridad para el presidente del club, Joan Laporta.
Con información de Sputnik
