El Segundo Festival de Voleibol cerró octubre con energía, sonrisas y un mensaje de unión deportiva en nuestra escuela
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Con gran entusiasmo y una energía contagiosa, nuestra escuela vivió el Segundo Festival de Voleibol, un evento que reunió a decenas de niños, familias y entrenadores en torno a este deporte que día a día sigue ganando fuerza en la comunidad.
Durante los días de competencia y convivencia, las canchas se llenaron de sonrisas, trabajo en equipo y esfuerzo, recordándonos que el voleibol no solo se juega con las manos, sino también con el corazón. Fue un cierre de octubre lleno de emoción y aprendizaje.
El festival contó con la participación de todas las categorías formativas, desde los más pequeños que dan sus primeros pasos en la disciplina, hasta los jóvenes que ya se perfilan como futuras promesas del deporte. Cada partido fue una muestra de talento, respeto y pasión.
Las familias, pilares fundamentales del proceso deportivo, acompañaron con entusiasmo a sus hijos, apoyándolos desde las gradas con aplausos, pancartas y palabras de aliento. Su presencia fue un reflejo de la unión que caracteriza a nuestra escuela.
Los entrenadores, por su parte, destacaron el progreso de los deportistas y el compromiso mostrado en cada encuentro. Gracias a su orientación y dedicación, el voleibol sigue creciendo desde la base, formando no solo jugadores, sino también seres humanos íntegros.
Además de los encuentros deportivos, el festival incluyó momentos recreativos y actividades lúdicas que fortalecieron los lazos entre compañeros. La risa, el compañerismo y la sana competencia fueron los grandes protagonistas de esta celebración.
La organización del evento resaltó el esfuerzo de todos los que hicieron posible esta segunda edición, desde los coordinadores hasta los voluntarios que apoyaron en la logística. Cada detalle contribuyó a que la jornada fuera un éxito total.
Al finalizar el festival, los participantes recibieron un reconocimiento simbólico por su entrega y espíritu deportivo. Más allá de los resultados, lo más importante fue compartir, aprender y disfrutar del deporte en comunidad.
Con este evento, nuestra escuela despide octubre reafirmando su compromiso con la formación integral y el fomento del deporte base. El Segundo Festival de Voleibol se convierte así en un ejemplo de cómo la pasión, la disciplina y la alegría pueden transformar vidas y fortalecer vínculos familiares.
